Una joven inglesa asegura haber subastado su virginidad por 1.3 millones de libras (algo así como 2 millones de dólares) a un “importante miembro del partido conservador” de su país. Agregó que usará el dinero para iniciar un negocio de bienes raíces y ayudar a su familia.

La muchacha, identificada como Lia, se inscribió en la agencia Cinderella Escorts y dijo a la prensa local que el hecho de poder vender su primer encuentro sexual “es un importante paso hacia la emancipación”.

Respecto del hombre que habría subastado la virginidad de la joven, reveló que lleva dos meses saliendo con él como su “sugar daddy” y que además de el precio convenido por el encuentro, le paga un sueldo mensual de 17 mil libras.

En un video publicado por la propia agencia, Lia contó que decidió vender su virginidad para iniciar su propio negocio inmobiliario. “Estoy tomando algunas clases y estoy yendo a seminarios con lo que me estoy preparando lo mejor que pueda”, dijo.

Agregó que actualmente vive con su madre y que ella está totalmente de acuerdo con el trato. “Tenemos una buena relación y ella entiende que la mayoría de las mujeres no se queda con el primer hombre que tienen relaciones y que además la primera vez siempre es decepcionante. Así que está de acuerdo conmigo en que es mejor obtener algo de dinero en vez de un corazón roto”.

La joven de 24 años agregó que el hombre con el que llegó al acuerdo es un caballero extremadamente educado y con contactos al más alto nivel en Londres. “Es emocionante conocer a un hombre tan poderoso”, agregó. “No es algo muy común a mi edad, tiene incluso su propio chofer y gente encargada de su seguridad. La verdad me hace sentir muy bien que esté así de interesado en mi y ha sido muy gentil”.

“Creo que el hecho de vender la virginidad es uno de los últimos tabúes de la sociedad”, concluyó

Desde Cinderella Escorts, emitieron un comunicado donde dice: “Cuando nosotros comenzamos a permitir a jovenes ofertar su virginidad, fue un gran escándalo, nadie creía que una mujer tenía el derecho de decidir por su mismo con quién y por qué razones quería tener relaciones por primera vez”.

“La virginidad era considerado algo sagrado y usado como una forma de opresión. Las mujeres eran forzadas a mantener su “pureza” y eran menospreciadas cuando la perdían”.