A estas alturas, muchos nos rendimos ante los encantos del pop sudcoreano. Y es que desde que productores reconocidos de la música están trabajando en esta mega industria que generó 4,6 billones de dólares en 2016, haciendo de estos productos unos de los más exportables de Corea del Sur. ¿Serán las coreografías sincronizadas a la perfección, los colores brillantes, la unificación de las caras de los integrantes de los grupos o las campañas de marketing estratégicos que se generan en torno a los cantantes? El gusto es grande y ni siquiera Kim Jong Un lo puede negar.

La ex miembro de Girls’ Generation Seohyun se presentará en Corea del Norte del 31 de marzo a 3 de abril con otros 159 compatriotas más.

Por eso, una delegación de 160 artistas sudcoreanos pasarán la frontera para presentarse y visitar Corea del Norte desde el 31 de marzo hasta el 3 de abril, explicó el Ministerio de Unificación de Corea del Sur en un comunicado. Esta presentación de artistas sudcoreanos en el país vecino será la primera en más de una década y es parte de un envío recíproco de agentes culturales que comenzó cuando Corea del Norte envió artistas a participar de la Olimpiadas de Invierno de Pyeongchang, Sudcorea. Es también, un paso en el plan de Kim Jong Un en mejorar las relaciones con Corea del Sur y Estados Unidos, aunque Corea del Norte no ha confirmado dichas declaraciones.

El encuentro ocurrió en la villa de Panmunjom, en Corea del Norte, donde por lo general se juntan ambos países a tener reuniones bilaterales en caso de tensión o acuerdo.  Del comunicado se desprendió que quienes estarán en la cita son el grupo femenino de K-pop Red Velvet, la ex Girls’ Generation Seohyun y veteranos de la industria musical sudcoreana como Cho Yong-pol y Lee Sun-hee. Cho fue, precisamente, el último artista en presentarse en Corea del Norte en 2005.

Cuando estemos en el escenario, creo que será difícil demostrar sentimientos personales sobre la desnuclearización. Nuestra misión será transmitir lo mismo que le damos a nuestra audiencia de Corea del Sur y asegurar que nada sea extraño“, explicó Yoo Sang, quien dirigió la delegación sudcoreana. La semana pasada miembros del gobierno de Corea del Sur fueron a inspeccionar los lugares donde se presentarán los artistas y la lista de canciones está siendo revisada por Corea del Norte por escrito.


El arma del pop

El grupo K-pop Red Velvet.

Corea del Norte, desde 1948, que es una de las economías y países más cerrados del mundo, siguió el patrón soviético de los planes quinquenales en los que recibían apoyo económico de la Unión Soviética. La URSS durante la Guerra Fría financió y ayudó a Corea del Norte como “país satélite”, es decir, un aliado ideológico. Cuando cae la Unión Soviética empieza a haber una situación compleja para Corea del Norte, ya que tiene que encontrar una forma de mantenerse, y ese ha fue el rol de China como país comunista. Debido al cambio de la mirada en que Beijing ve las relaciones internacionales, y no le conviene ser asociado con la actitud confrontacional de Kim Jong Un.

“Corea del Norte se debe ver presionado a cambiar su estrategia de como seguir financiando su régimen, y viendo comparativamente sus opciones en el plano internacional y hacia donde va el mundo lo que más le conviene es empezar a generar lazos con Corea del Sur, que es probablemente el país con el que puede negociar en igualdad de condiciones. No puede negociar en igualdad de condiciones con China para seguir teniendo el régimen que quiere tener y EE.UU. tampoco cae en sus juegos. Le queda Corea del Sur porque tiene armamento suficiente para hacer un ataque importante pero necesita ayuda económica y Sudcorea es una potencia y tiene bastante desarrollo económico en lo que es Asia Pacífico“, explicó la politóloga Pía Martabit.

Este es un paso para estar más cerca de Estados Unidos, con los cuales llevan años de rivalidades, que se incrementaron con la llegada de Donald Trump al poder: “Con la llegada del nuevo Presidente, EE.UU. no quiere seguir sucumbiendo a sus amenazas, incluso si no sea la manera más inteligente de hacerlo como lo lleva Trump. Corea del Norte si es un problema que es mejor mantenerlo contento que enojado, y siempre se cuestionaron las políticas anteriores, sobre todo la de Obama, de mantener contento a Kim Jong Un sabiendo que la crisis humanitaria dentro de Norcorea era fuerte”.

Pero tampoco son tontos. De la extensa listas de artistas pop que tiene Corea del Sur, la delegación norcoreana eligió con pinza a aquellos que cruzarán la frontera para ver desde adentro su régimen. Y aunque Seúl quiera meter a sus máximos exponentes de la música, no todas van a pasar por el escrutinio norcoreano, como ocurrió con Psy. Corea del Norte se habría opuesto a la idea porque los bailes y la performance del cantante era muy provocativa.

Independiente que no lleguen los hits más grandes de Corea del Sur, es imposible negar la influencia que tiene el K-pop en Asia y en la misma Norcorea, quienes a pesar de su aislamiento, llegan a productos populares a través de música que viene en pendrives que pasan desde el borde con China en jarros de arroz, aunque dichas acciones están penadas con posible cárcel. Solo los más ricos de norcorea puede acceder al K-pop, es decir, adultos por sobre jóvenes.

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“La cultura también puede ser un vehículo de determinados contenido políticos. En este caso, los gestos que pueden realizarse entre Seúl y Pyonyang son para generar de alguna manera un clima favorable a el acercamiento entre estas potencias regionales. Lo que Corea del Sur están haciendo cuando patrocina la gira de su cultura pop al norte es propaganda política, que en términos generales va generando un clima favorable donde se puedan desplegar las relaciones de una mejor manera”, comentó el profesor Gilberto Aranda del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile.

“Es un primer paso. Posteriormente van a haber otros y luego se va encontrar con el Presidente de Estados Unidos. Esto es un síntoma de deshielo y a medida que estas conversaciones avancen puede haber una mayor apertura, pero siempre controlada porque estos régimenes hacen del control y la vigilancia parte de sus políticas hacia el interior”.

A pesar de esta “buena onda” que se genere entra las dos Coreas, no está demás decir que todo lo está viendo Norcorea con lupa, como ocurrió con la no inclusión de Psy en el line up: “Como se trata de un regimen autoritario hay una política de estricta vigilancia de los contenidos políticos que puedan deslizar diferentes artistas y fenómenos de la cultura pop. Si el objetivo pendiente es generar un mejor clima para generar un diálogo político, de cualquier forma y aunque el contenido sea vigilado, esto de alguna manera busca potenciar la relación política entre ambos Estados. Independiente de si el propósito del arte no es político, tiene un contenido político en más de una ocasión y eso es lo que quiere evitar Pyongyan que se deslice”.

Pero, tranquilos, que tenemos K-pop para rato y somos chilenos, y la democracia nos permite tener radios online que toquen a nuestros grupos favoritos las 24 horas, 7 días de la semana.