Mauricio Burgos interpretó durante más de 15 años a Katiuska Molotov, que se paseó con su humor entre el circo, la noche e incluso la calle, teniendo éxito en todos los lugares por donde pasó.

En una entrevista académica, se le preguntó a Hija de Perra a quiénes consideraba referentes en el mundo del transformismo. La artista nombró a dos: la española La Prohibida y a Katiuska Molotov. Hija de Perra murió en 2014 producto de una meningitis y Katiuska falleció el lunes 26 de marzo de 2018, producto de un paro cardíaco.

Fue durante la madrugada del lunes, mientras era parte del show de El Circo de La Botota, de su amiga Stephanie Fox, sufrió un infarto en el escenario mientras estaban finalizando el espectáculo, en Buin. Al no poder ser reanimado por los servicios de emergencia, se dio a conocer al público de la situación y hoy Internet y sus amigas sienten su muerte. “La Botota estaba despidiendo a cada uno de los transformistas y Katiuska Molotov sufrió un ataque que no pudo sostener y fallece en el mismo escenario”, declaró Víctor Villagra, productor del show, a Cooperativa. La noticia ha sido replicada en una veintena de portales nacionales e incluso traspasó el atlántico, ya que El País también publicó su deceso.

katiuska molotov
Katiuska (derecha) bajo el lente de Paz Errázuriz.

Mauricio Burgos, profesor de educación básica y psicopedagogo, llevó en su piel a Katiuska por más de 15 años. Una de las transformistas más reconocidas en todo Chile, comenzó con su performance en las discoteques capitalinas que la vieron brillar, pero no tenía planeado ser Katiuska: “Salió en un concurso en el que yo participé donde yo quería vestirme de mujer, ese era mi objetivo. Nunca iba a figurar como bailarín, porque ya había engordado, entonces pensé que tenía que hacerlo de mujer y como existían locales gays para que los transformistas se dieran paso lo hice. El personaje lo fui armando de a poco”.

“Han salido tantos famosos de la calle y ha sido tan difícil que el transformismo se incorporé al ambiente artístico cultural, mostrarlo en la calle no está de más; da lo mismo el escenario donde sea, el artista va a ser igual el mismo…”, Katiuska Molotov.

Con un desplante cómico y exuberante, Katiuska saltó de la noche a las carpas. Trabajó en el clásico Circo Timoteo, donde llegó “porque me conocieron trabajando en las discos de Santiago gracias a mi talento como bailarín” e incluso llegó a tener su propia carpa/circo donde invitó a otras transformistas a hacer su show. Verla en vivo también era una explosión de risa, con una mezcla de baile, café concert (o como la gente de hoy le dice “stand up comedy”), abrazó su corporalidad gorda en vestidos que no le tapaban ni la mitad del cuerpo, y que jamás lo iba a hacer, porque esa era ella.

Si hasta uno, de provincia, la vio en los videos del programa incombustible de Fausto y YouTube “Amigas y Rivales“, una especie de backstage después de los shows que realizaban en la discoteque, siendo muy chica y su risa está grabada en la memoria, como sus chistes tipo “yo nací en cuna de oro” meneando su peluca rubia.

“Hoy se nos acaba de ir una de las mejores transformistas y una de las mejores personas que existieron. Yo creo que a todas las personas que nos gusta el mundo del transformismo nos sentimos tocadxs de una u otra manera por su humor, su personalidad, su arte. Katiuska dejó una huella en este mundo que nadie va a poder borrar. Que su muerte no sea en vano y sigamos día a día luchando por un mundo más justo para las personas LGBTI+. Por esos jóvenes que van a descubrir Amigas y Rivales y van a verse en Katiuska, en ese viejo degenerao como decían sus compañeras. Siempre estarás en cada rincón donde haya transformismo y en cada risa que las alitas rotas vamos a dar en tu honor. Hasta siempre”, @faustoamigasyrivales.

Ignacia Oxmans es hija dentro del transformismo de Katiuska, quien trabajó con ella durante sus inicios en Club Burdel, donde Katiuska le “enseñó a hacer reír”. “Kituaska era la transformista más humilde del país. No tenía problemas ni se los hacía, y las mismas transformistas sabíamos que era un gran referente. Ella marcó un antes y un después en el transformismo; era una de las pocas que tenía al público riéndose durante una hora, ella sola podía mantener un espectáculo”, dijo.

Katiuska explotó y se fue al paraíso del transformismo, donde están Hija de Perra y Connie Dacardill, haciéndonos reír para siempre.