Cuando me mandaron el link de la agencia de Karol Dance, obvio que me reí y no por los diseños genéricos que hizo el director de arte o por sus textos en Spanglish, sino porque en serio, pensé que todo era parte de una campaña de marketing de algún programa nuevo o película de Karol Dance. Cuando lo vi pensé: “¡Buena! Karol Dance hará una versión chilena de Workaholics”
Pero no, esto es en serio, y dejando de lado un poco el tono “irónico” es bastante inteligente que una persona como Karol decida abrir una agencia.
Hoy vivimos en un mundo donde los followers y los números “digitales” valen más que si el producto se vendió o no, ya que las agencias miden el éxito de sus campañas a través de cuanta gente hizo click en un banner, compartió una foto o en cuantos followers crecieron sus redes sociales.
El concepto de “calidad” o los discursos valóricos no son importantes en la ecuación.
10:10, una de nuestras agencias favoritas chilenas también se ha hecho conocida por sus campañas virales.
El teleporter de cerveza Andes, la mesa piano de Súper Pollo, los sillones con ruedas de “Compro sentado” o la gran trotadora gigante que armaron para una expo de running son algunas de sus activaciones.
Hay algo que siempre se mantiene en todas las campañas de 10:10; tecnologías, objetos o situaciones que te dan ganas de comentar. Suena fácil, pero conseguir esa “viralidad espontánea” es toda la magia detrás de la campaña.
Acá está lo interesante de la agencia de Karol Dance, ya que el ex chico Yingo es un viral viviente; cualquier cosa que twittee será visto por un montón de gente, cualquier cosa que haga será visto por un montón de gente. Todo el mundo lo conoce y todo el mundo lo ama. No sabemos por qué, pero así reacciona la mayoría de la gente al ver un famoso de la talla de Karol.
En Twitter tiene más de un millón de seguidores y su Instagram está a punto de llegar a la misma cifra. El tipo es tan potente que no sigue a nadie, a lo Kanye West.
Él solo tiene más seguidores que todas las agencias de publicidad chilenas juntas.
En un mundo donde importan los plays, click, viralidad e influencia, ¿quién sabe más de redes sociales? La persona con 800 mil o la de 800 followers?, ¿Le confiarías tu campaña digital a una agencia con 800 seguidores en Twitter? ¿Es Karol Dance el nuevo Nicolás Copano? ¿Debería Hola soy German abrir su agencia? Son algunas de las preguntas que quedan abiertas después de este hito.
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