Por una módica suma, van, instalan un punto de reciclaje en tu edificio u oficina, y puedes dejar que te ayuden a ser parte de la solución y no del problema.
Hay una isla de plástico flotando en el pacífico con un tamaño de 1.400.000 km². Las aves marinas que habitan la zona mueren con los estómagos llenos de plástico. La basura llega hasta las playas de las islas de Hawaii donde es depositada en cantidades inconmensurables.
Más cercano a nuestra realidad cotidiana, los ciudadanos tenemos que pelear diariamente contra la basura en las calles de las ciudades, sobretodo en los barrios con pocos recursos. Las playas de la quinta región, destino habitual de veraneo para gran parte de los chilenos, están llenos de residuos, como El Canelo en Algarrobo, por dar un ejemplo. Ni hablar de ciudades como Valparaíso donde el problema se pone aún peor después de festividades como Año Nuevo o Mil Tambores.
El punto es que tenemos un problema y ese es qué hacer con la basura. Usamos demasiadas cosas desechables y por falta de educación o recursos no somos capaces de manejarla para el bien mayor de la sociedad y el medio ambiente.
Como gente consciente, debemos preguntarnos qué estamos haciendo para combatir este problema. El primer paso hacia el consumo responsable es internalizar la regla de las tres erres que, en orden de importancia, van así: reducir, reutilizar y reciclar. Lo primero es intentar, en la medida de lo posible, reducir nuestro consumo en general, pero sobretodo de las cosas no re-utilizables o reciclables. Ahí, de hecho, es donde se tiene que dar la mayor pelea. En términos de “reducir” lo mejor que podemos hacer es siempre decir no a las bolsas de plástico, por ejemplo. En pos de reutilizar, rellena la botella plástica que compraste. Sólo compra cerveza y bebida en botellas retornables. En internet hay miles de páginas que te darán más ideas y si no se te ocurren google te puede ayudar.
Reciclar en Chile es complicado y es algo que realmente solo los más comprometidos terminan haciendo. El mayor impedimento generalmente ha sido tener que llevar el reciclaje a un punto limpio. ¿Quién quiere llevar bolsas pesadas, con olor terrible, a varias cuadras de la casa? El ser humano es flojo y aún sabiendo que es lo correcto, no es una solución realista ni sostenible.
Y aquí es donde entra La Caja Verde: Un emprendimiento que tiene un par de años ya y ofrece el servicio de ir a buscar el reciclaje de tu empresa, domicilio, oficina o evento. Te inscribes y diseñan un recipiente para tu espacio. Luego vienen a buscar el reciclaje, ahorrándote toda la flojera de llevarlo. Aquí en POUSTA somos nuevos usuarios del servicio y se nota que la cantidad de basura que botamos ha disminuido.
Aprovechamos la instancia para conocerlos más y les hicimos algunas preguntas que teníamos sobre el servicio.
¿Cuánto cobran por el servicio, en general? ¿Cuánto saldría para una persona particular que viva en departamento?
El problema de quienes viven en departamento es el espacio disponible para acopiar los materiales, por tanto lo que intentamos hacer en primera instancia es integrar el edificio completo al reciclaje. En la mayoría de los edificios, los residentes dejan en el piso del ducto de basura las botellas de vidrio, botellas plásticas y cartones, luego el personal de aseo los recolecta y los baja a la sala de basura. Es ahí donde la segregación de materiales es clave para lograr un reciclaje exitoso, instalando contenedores específicos a cada material. Nuestra labor parte animando al comité del edificio y sus residentes sobre los beneficios del reciclaje, luego educar y enseñar sobre reciclaje a toda la comunidad (residentes y trabajadores) y luego nosotros realizamos los retiros y certificación de reciclaje. El costo por departamento es variable según el tamaño del edificio, pero no debiese aumentar más de $2.000-$3.000 por departamento el gasto común. En casas particulares es distinto, ya que generalmente hay mayor espacio y pueden instalar contenedores en el exterior, por tanto la operación es más fácil. En oficinas, hoteles, restaurantes, hay ciertas tarifas ya estipuladas dependiendo del tamaño, volumen de residuos, etc, pero antes de dar número concretos, hay que realizar un diagnóstico en terreno y evaluar.
¿Cuál es el mayor problema: falta de voluntad para reciclar por parte de los consumidores o falta de oferta de servicios de reciclaje?
El mayor problema es que botar la basura todavía es gratis y no hay conciencia de lo que significa botar pudiendo reciclar y dar valor a algo que hoy termina en un vertedero. Hemos tenido casos en que la basura se reduce casi en un 100%, donde lo “reciclable” se recicla, lo orgánico se usa para compostaje y la basura se utiliza para hacer ladrillos ecológicos (dentro de una botella de plástico metes la basura y la vas comprimiendo hasta que se llene), los que luego se utilizan para construcción. También afecta el que la gente no está dispuesta a pagar directamente por el servicio de reciclaje, siendo que siempre han pagado indirectamente por el retiro de basura municipal a través de las contribuciones o gastos comunes. Si reciclamos, el costo por basura retirada bajará, ya que se retirarán menos kilos de basura, y en cambio esos kilos de “reciclables” generarán valor (venta de material, reciclaje, empleos).
¿Qué incentivos y/u obligaciones para los consumidores y las empresas les gustaría ver para fomentar el reciclaje en Chile?
Ya existe una ley, que se promulgó pero aún no se activa, esperamos que este año empiece a regir, que obliga a los principales productores e importadores a que se hagan cargo de recuperar los materiales que inyectaron al mercado (ley REP). Por ejemplo una empresa de bebidas que inyecte/venda botellas y latas al mercado, al momento de venderle, por ejemplo, un hotel, va a tener que recuperar/reciclar/reutilizar el 30% de esos materiales, por ley. Y mas que obligaciones, incentivos a reciclar son muchos: primero que nada, dejas de dañar el planeta, también das valor a algo que hoy no tiene, generas empleos, ingresos, todo un mercado por detrás. Ahorras agua, energía, petróleo, emisiones de CO2, menos talas de árboles. También puede haber incentivos más tangibles, como sucede en otros países donde si llevas tus botellas desechables al supermercado, te descuentan 10 centavos por cada una, por ejemplo. Acá funcionamos con envases retornables, pero los desechables también pueden rescatarse. Hay que fijar bien los incentivos nomás, y para eso falta legislación, educación y muy importante, generar un volumen grande que sostenga toda esta operación. Para eso, necesitamos que muchos comiencen a reciclar ya.
¿Por qué incluyen una capacitación en reciclaje como parte de sus servicios?
Es clave para lograr un buen reciclaje, primero que todo, que el material sea “reciclable”, por lo que identificar el tipo de material es muy importante, e igual de importante es que vengan en buen estado para ser procesados (sin restos orgánicos y menos decir, químicos). Hoy tenemos muy poca cultura de reciclaje y no tenemos los hábitos de identificar, lavar, reducir. Además, muchos creen que TODO es reciclable, no siendo así… por eso una capacitación y charlas son cruciales.
¿Cuál ha sido la reacción del público frente a su emprendimiento?
Como en todas las cosas hay variadas opiniones. Nos han dicho que cobramos por algo que debería ser gratis, otros que no son indiferentes y así sucesivamente, sin embargo lo que nos preocupa es que muy poca gente se ocupa de reducir y reutilizar sus desechos. Como empresa nos preocupamos de reinsertar los materiales en el mercado y en este proceso de recuperar los materiales nos hemos dado cuenta que las personas y las empresas no tienen conciencia de reciclar, por lo que esperamos que esto cambie por medio de legislaciones futuras y comunidades/gente motivada y consciente por el daño que hoy estamos realizando al planeta botando todo a la basura.
La invitación ya está hecha, ahora solo te toca motivarte y contactar a los chicos de La Caja Verde en su fanpage para que comiences a informarte y aportar con tu granito de arena a que tu entorno sea más limpio y amigable con el ambiente en donde vives.