A fines del verano de 2006, comenzó a correr rápidamente el rumor en mi generación de colegio que uno de nuestros excompañeros, había sido tomado preso y acusado de homicidio en Europa.

Más de alguno debe recordar de su época escolar a un Rodrigo. Rodrigo en mi curso era el que no paraba de hacer reír a todos y aunque para nosotros sea difícil de creer, ese mismo ahora se encontraba tras las rejas.Rodrigo Lanza Huidobro como muchos, se había ido al extranjero en busca de un nuevo rumbo. Hace ya un par de años estaba en España estudiando Historia en la Universidad de Barcelona, ciudad donde debido a una mala coincidencia, le toca vivir la experiencia más fuerte de su vida.

rodrigoymama

Todo comenzó la noche del 4 de febrero del 2006 luego de una reunión de amigos y familia cuando a las 05:00 am Rodrigo partió con unos amigos, para recoger en la estación Arco del Triunfo a Hana, otra amiga. Del grupo, unos iban a casa y otros a otra fiesta. Al llegar a Sant Pere Més Baix se encontraron con un cordón policial de 4 policías quienes no dejaban cruzar la calle ni entrar al metro, decían que la casa estaba petada (desalojar una okupa) y no se podía entrar.

La estación de metro

Les dije que tenía que entrar al metro y que me dejaran pasar, pero a los 5 segundos recibí un golpe y caí al suelo. Una amiga me levantó, estaba lleno de sangre, solo escucho: “Corre, corre, que están cargando” y eché a correr, mientras un coche de policía venía, yo seguía corriendo, se bajaron dos agentes diciendo: “detente, detente” y claro, eran más de las 5 de la mañana, estaba cansado, me habían dado un golpe en la cabeza y no quería ni correr y pensé: “no he hecho nada, me han pegado, si me dicen que me detenga, pues me detengo”. Me dicen: “al suelo, al suelo” y comienzan a golpearme. Me metieron en un coche, donde no entendía nada, solo pensaba: “bueno me llevarán, pasaré una noche en el calabozo, quizás por desórdenes en la vía pública o algo así.”

Dentro de esos segundos fué que se desató una verdadera coalisión entre la policía y la okupa a desalojar, lo que terminó siendo una gran riña en la calle, donde los vecinos tiraban piedras y cosas desde las ventanas, policías corrían por todas partes, golpes, etc. Para mala suerte de Rodrigo, él se encontraba justo ahí. Era quizás el peor lugar en el peor momento, ya que lo que pensó sería la mala suerte de una noche, era mas bien el comienzo de una pesadilla que duraría los próximos años.

La detención

Dentro del furgón escucho: ¿dónde están los 3 sudacas que han detenido? Éramos Álex, Juan y yo. En comisaría, me meten a un calabozo donde un policía me dice: ¿sabes que mi compañero está en coma? y me da un golpe que me tira al suelo, intento defenderme, pero hay 4 antidisturbios más. Empecé a decir “yo no hice nada”, pero solo escucho mientras me escupen y golpean: “sudaca de mierda, Pinochet no hizo bien su trabajo, debiera haberlos matado a todos”. No sé cuánto estuvo pero cuando me levanté había un charco de sangre del tamaño mío. Luego nos llevan al hospital donde nos miró un médico junto a un polícia y bajo amenazas dijimos: “me he golpeado” sin especificar nada. Luego en la comisaría, teniendo NIE italiano, me pusieron como chileno ilegal.

Rodrigo no sabía que durante el altercado en la calle, un policía recibió un golpe en la cabeza que lo dejó en coma. Por otro lado fué en ese momento cuando Rodrigo quería pasar al metro, que la policía se lo lleva junto al grupo de detenidos. Rodrigo estaba siendo procesado bajo cargos de homicidio. Las contradicciones comienzan cuando Joan Clos, (exalcalde), comunica que el policía en coma recibió desde una ventana un macetero en la cabeza, lo que se contradice ya que Rodrigo estaba en la calle; dos años después Clos cambia la versión diciendo que fueron piedras que tiraron de la calle.

SPAIN ASSAULT TRIAL
Juicio Detenidos del 4F

En la Policía Española “hay gato encerrado”

Fué en un cuarto de la comisaría cuando veo una silla, una cuerda, dos policías y uno encapuchado. Me dicen que me quite la ropa, me quedo en calzoncillos, me gritan que me quite la ropa y me dan un bofetón. Me quito los calzoncillos y me quedo enfrente del policía, un gigante que medía 1,90 muy gordo: ¿Sabes por qué estás aquí ? ¡No! Bofetón, me tira al suelo e intenta estrangularme, trato de quitármelo y los otros me agarran: Estás aquí por haber dejado en coma a un compañero, si el muere nosotros haremos que salgas de aquí en una tumba. Durante 3 días no habíamos tenido contacto exterior con nadie. Me entero por mi abogado, que me acusan de intento de homicidio a un policía. Y me dice que son 20 años. Allí es cuando me derrumbo, toda una vida por algo que no había hecho y me eché a llorar.

Luego, su paso por el juzgado no fué distinto, ya que tras la declaración de los 7 detenidos todos salieron en libertad menos Juan, Alex y Rodrigo a quienes no les fué permitido llevar testigos ni hacer preguntas. Los tres pasaron dos años bajo prisión a la espera de juicio. Pero el caso no se sostenía por si solo, ya que está lleno de irregularidades. 1. Los forenses declararon imposible que el agente sin tener ninguna herida, se desnucara. 2.La policía no tenía pruebas, ni sangre, ni huellas en la piedra. 3.También están las declaraciones del médico que atendió al policía herido: “pregunté a los agentes como había sucedido y unos decían que había caído un tiesto; otros que había sido una piedra pero nadie sabía concretarlo”. Luego en juicio, extrañamente tenían todo “claro”. 4. Se llevan al organizador de la okupa a declarar pero no lo detienen (hoy se le conoce como traficante y soplón de la policía) y podríamos seguir y seguir enumerando. La petición inicial era de 16 años pero la bajan a 5 años, ya que no pudieron culpar por intento de homicidio.

La impotencia

Me detuvieron y luego montaron todo en torno a mí, porque ellos veían que como era latino era el que menos apoyo iba a tener y necesitaban un culpable. Siento que el mundo se me cae frente a los ojos, pero a la vez me siento mucho mas fuerte que nunca, seguiré luchando hasta mi absolución y no pienso esconder la cara ante los mentirosos que me acusan y por más encierro que me tiren encima no lograrán callarme ni encarcelar mis sueños.

Desde que salimos del colegio, Rodrigo, Alex y Juan han pasado 2 años presos soportando torturas, y ahora tendrán que cumplir 3 más de cárcel junto con pagar una deuda de 390.000 euros osea $319.869.180 millones de pesos chilenos, por algo que nunca hicieron. Esto, lo único que ha logrado es matar valiosos años de vida a personas inocentes, algo impagable que nunca nadie les va a devolver. Y el caso tiene una historia de intereses y marañas tan oscuras que con todo el apoyo recibido por la gente de España y Chile, Aministía Internacional, Isabel Allende, Osvaldo Puccio, medios, organizaciones, ongs y el mismo Colegio de Abogados de España, es increíble como no es suficiente para que el grupo de mentirosos que teje ésta historia deje salir la verdad a flote.