Tras recibir un disparo, Charles Kinsey le preguntó al oficial por qué lo hizo. Su respuesta fue: “No lo sé”. Por supuesto quedó todo grabado.

“Cuando sentí el balazo en la pierna, pensé, ¿pero cómo? si  tengo los brazos en el aire y he estado gritándoles a los policías que soy un terapeuta, que estoy asistiendo a un paciente”, el relato pertenece a Charles Kinsey, un ciudadano estadounidense que se desempeña en un centro de terapias de jóvenes autistas en Miami, Florida.

El 18 de julio uno de ellos huyó del lugar y Charles salió en su búsqueda. Cuando lo encontró, sentado en la vereda y con un camión de juguete en las manos, las cosas dieron un giro inesperado hacia la violencia. Según explicaron de la policía, éstos habían recibido un llamado de que un hombre armado amenazaba con suicidarse en ese mismo lugar.

Entonces, cuando Charles estaba intentando calmar al joven y convencerlo de volver al centro, la policía llegó y lo apuntó con sus armas de fuego. Charles pensó que la confusión no pasaría a mayores pero se equivocó.

En una señal inequívoca de inocencia-o-en-último-caso-de-rendición el hombre se puso de espaldas al suelo con los brazos en el aire mientras intentaba explicar a los policías lo que pasaba. “Lo que más me preocupaba era que le dispararan a mi paciente, por eso traté de que se echara al suelo también, nunca pensé que me dispararían a mi”, contó Charles a la prensa desde el hospital donde se recupera de la lesión.

Como si la situación no fuera suficientemente absurda, Kinsey contó que momentos después del disparo le preguntó al policía por qué lo había hecho y que el oficial sencillamente le respondió “no lo sé”.

https://www.youtube.com/watch?v=9jOqOlETcRU

El hecho se suma a la seguidilla de casos que vienen enfrentando a ciudadanos afroamericanos con la policía de Estados Unidos que ya empieza a tener casi una decena de caídos por ambos lados.

Puedes ver el video de la increíble situación acá