Era un secreto a voces pero finalmente salió a la luz: la Piccola Italia lavaba las pastas que sus clientes no comían para luego dárselos a otros recién llegados. Esta práctica insalubre sale a la luz al mismo tiempo en que los abusos cometidos dentro de sus dependencias fueron comentados por televisión abierta.

Un empleado haitiano apuñalado cerca del pulmón, cotizaciones impagas y hasta la misma inspección del trabajo llamaba para que no fuese multados, nos deja con una conclusión obvia: cierren este lugar por fuera de una buena vez.

“Si el garzón se equivocó y va a cambiar el plato, porque no era con fetuccinis, era con papas fritas, ese fetuccini que iba a salir lo devuelven a la cuccipasta, lo lavan, lo calientan y lo sirven en otro plato” comentó un trabajador para el matinal de TVN.

El propio ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg, quien a través de su cuenta de Twitter indicó: “Impresentable maltrato laboral de jefe a trabajadores. La DT me informó inicio inmediato de investigación por vulneración a sus derechos fundamentales, exponiéndose el empleador a graves sanciones”

Las más de 50 denuncias presentadas por los trabajadores de la sucursal de comida “italiana” apuntan al jefe de cocina de la marca: El Tyson.

“Se supone que en la fila se dan instrucciones para el trabajo del día, pero se transformaron en la oportunidad que tenía el Tyson para retar a los trabajadores o despedirlos frente a todos. Él como jefe de cocina tenía acceso a todas las sucursales y hacía las mismas dinámicas. Nadie reclamaba porque le tenían miedo a sus reacciones y a perder el trabajo” señaló una trabajadora del lugar.

Añadió que “era experto en generar daño sicológico y a veces físico. Muchas veces intentó agredir a compañeros porque algo le parecía mal. Muchos no se atrevían a denunciar por miedo a perder el trabajo”.