Adriana Rivas participó en los procedimientos de tortura en plena dictadura militar. Una de sus frases más representativas del pensamiento de derecha fue “La tortura era necesaria”.

Durante la jornada de este martes la ex secretaria del Ministerio de Defensa y también ex integrante de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) durante el periodo de dictadura militar de Augusto Pinochet, Adriana Rivas, fue detenida en Australia desde que se fugó de Chile en 2007 luego de ser procesada por su participación en la desaparición de, por lo menos, siete personas.

Ahora, Rivas, será extraditada a Chile ya que así lo ordenó la Corte Suprema en 2014 por su responsabilidad en estos hechos que ocurrieron entre 1974 y 1977.

Rivas aún debe ser procesada en Australia. El juez encargado de este caso en el país oceánico es Robert Williams, quien deberá tomar la decisión sobre si hacer o no efectiva la extradición.

Adriana, también conocida como La Chany, fue la mano derecha de Manuel Contreras. Jugó un papel importante durante la dictadura y vivió los lujos que vivieron todos los asegurados políticos de la época, como asistir a coronaciones de reyes, viajar por el mundo, y más.

En 1978 viajó a Australia y se devolvió recién en 2007, donde su familia y la policía la estaban esperando para detenerla por los cargos en materia de secuestro y tortura.

Su sobrina, Lissette de 19 años, quedó afectada por esta situación y creó un documental para conocer a su tía. El documental se llama El Pacto de Adriana, donde se revisa su trabajo en dictadura, sus opiniones y su visión.

Rivas se fugó de Chile mientras cumplía libertad condicional. Pasó por Argentina y luego a Australia, desde esa fecha que es una prófuga.

Pero hoy, martes 19 de febrero, la democracia toma un paso adelante y esta libertad que creía tener esta prófuga de la justicia llegó a su fin, según explicó BBCL.

Para que te hagas una idea de lo que piensa esta delincuente, te dejamos estas frases.

Juventud en la DINA

“Yo te voy a decir una cosa, mis mejores años de vida, de juventud, fueron los que viví en la DINA. Somos seis hermanos, mi papá clase media, trabajaba mi papá no más, mi mamá dueña de casa. Todos estudiamos. Mis hermanas se casaron jóvenes. Así y todo, yo lo único que pude estudiar fue secretariado bilingüe.

Cuando llegué a la DINA fue otro mundo para mí. Ropa. Nos vestían de pie a cabeza cuatro veces al año, con una tenida completa, lo que nosotros quisiéramos. En las mejores casas de moda del país. Todas andábamos de punta en blanco. Nos vestían cuando teníamos gala, por ejemplo.

Una cabra como yo de clase media, con una educación media. ¿Tú crees que habría tenido la oportunidad de ir a cenar a las embajadas en Chile? ¿O de andar en una limusina de allá para acá? ¿Estar una semana en portillo con todo pagado en los mejores hoteles? ¿Viajar gratis, sin pagar ni uno en los mejores hoteles? Dentro y fuera de Chile. En España estuve. Estaba en los mejores hoteles de otros países, vi la coronación de un Rey”.

Secretariado bilingüe y su entrada a la DINA

“Yo estaba estudiando secretariado bilingüe. Esto fue en el 73. Estaba estudiando y llegó gente del Ministerio de Defensa a buscar secretarias. Entonces eligieron a las mejores secretarias de todos los cursos. Cuando volví, porque me mandaron a llamar a mí especialmente para trabajar con Don Alejandro Burgos. Con burgos trabajaba bien. Me pasaba los microfilms que encontraba de los allanamientos. Tenía que traducir o transcribir porque algunas estaban en español”.

Los “lindos recuerdos” de Contreras

“Tengo muy lindos recuerdos de él. Él me ayudó en muchas ocasiones en cosas difíciles. Para mí fue un excelente persona. Excelente jefe. Fue excelente jefe y nadie puede decir lo contrario. Nadie. Porque él ayudó a todo el mundo que pudo. Esas cosas marcan y tú no te podís olvidar en la vida de la gente que te da la mano. Mi papá como era comerciante, él ponía plata aquí y dejaba acá. Me firmaba. Me firmó cheques. Me pasó plata para sacar a mi papá de la cárcel y para cubrir un cheque. Y yo le digo ¿Cómo lo voy a pagar? Y él me dice y quién te está diciendo que me lo tenís que pagar. Para eso son los amigos, me dice. Ya, ándate, ándate, ándate, me dice. Lealtad. De quererse, de aprender a querer al otro ser humano. Me parece que es injusta su condena. Todas las condenas que han hecho son injustas. porque si la balanza hubiera sido pareada como correspondía para los dos lados iguales yo no diría que fue injusta. Pero fue injusta, porque toda la gente que participó, los del MIR, los que mataron, porque ellos también mataron mucha gente, antes y después”.

La tortura siempre existió

La tortura existió desde que yo tenía uso de razón en Chile. Siempre existió. Todo el mundo sabía que tenía que hacer eso y quebraban a la gente de alguna manera porque los comunistas son cerrados. Tienen una formalidad militar mucho mejor que los militares. ¿Para qué estamos con cosas?. Era necesario. Lo mismo que hicieron los nazis ¿me entenís? Era una parte necesaria. ¿Tú creís que en Estados Unidos no hacen lo mismo? En todo el mundo lo hacen. Es la única manera de quebrar a la gente.

Los excesos

No puedo negar que hubieron excesos. Pero yo en el momento que estaba ahí no sabía. Lo supe después. Y lo lloré, y cada vez que me han interrogado me he puesto llorar porque no soporto que maltraten a un ser humano.