Las Chicas del Cable es la primera producción original de Netflix realizada en España.
Cuatro mujeres, en un principio desconocidas entre ellas, ven una oportunidad de independencia en el trabajo de telefonistas en la potente empresa de telefonía de España, que está pronta a dar grandes saltos como la primera llamada transnacional entre el rey de España y el presidente de Estados Unidos. Todo en un contexto pos I Guerra Mundial y previa a la dictadura de Francisco Franco.
Netflix estrenó este 28 de abril su primera producción realizada en España y lleva por nombre Las Chicas del Cable, una historia que gira en torno a estar mujeres en el Madrid de 1928 que deben enfrentarse al machismo y a la falta de derechos civiles.
Pero la historia no solo gira en torno a eso, ya que esta serie es una radiografía a como las mujeres de “los locos años 20” se tuvieron que hacer un espacio en un escenario donde el machismo aún ni siquiera era combatido ni discutido entre la sociedad. Temas como la falta de derecho a voto, lo mal mirado que era que una mujer trabajara y que estuviera fuera de la casa, y el poder de los padres sobre sus hijas son algunos de los tópicos tratados en esta producción.
Además de los problemas de género, parte también de la serie abarca un tema político y militar, muy común en el período de entre guerras, y que tal vez se acerca más a la tendencia Netflix de series que abarcan corrupción o conflictos políticos, como House of Cards y Marseille: el espionaje y el uso de información privilegiada.
Audiovisualmente bella, con un trabajo en la fotografía, en la escenografía y el diseño de vestuario y la musicalización tan cuidada que te transportan a un lugar que nunca has vivido, Las Chicas del Cable reune su fuerza de las actuaciones principales de las actrices Blanca Suárez (El barco), Ana Fernández (Hable con ella), Nadia de Santiago (Amar es para siempre) y Maggie Civantos (Vis a vis) y nos invita a disfrutar de un lugar en la historia en donde la comunicación auditiva y sensorial era vital, y que ahora nos parece ilógico y hasta difícil de comprender en este mundo del WiFi y 4G.