Cinco cabezas piensan mejor que una y ese es el lema al interior de la oficina de la productora High. Lo que llevó a cinco amigos a concretar una idea que les venía dando vueltas hace tiempo y que hoy, tras casi dos años del primer capítulo de La Junta, son el contenido más visto en Youtube Chile del 2021. Más allá de Julio César: hablamos de dónde vienen, y también, hacia dónde van. 

Fotos por Camila Castillo Ibarra ( @camilaconleche en IG)

Con más de 130 mil visualizaciones en vivo y superando el millón de reproducciones antes de las 24 horas de emitido el capítulo, la ceremonia de los Premios La Junta, el 16 de diciembre, fue por lejos el contenido más visto del canal durante el año. El evento, que nació con el fin de reivindicar al género urbano y vestir de gala a grandes exponentes nacionales de trap, reggaeton, freestyle y hip hop, que por años han sido marginados de las alfombras rojas, les dio la oportunidad de desfilar y mostrarse frente a 1.6 millones de espectadores, cifra que sigue subiendo.

Pero detrás de tanto bling bling y producción, las cosas no son tan glamorosas como parecen: recién en septiembre de 2021, después de un año y medio de trabajo constante, el equipo detrás del programa empezó a gozar de un sueldo (incluido Julio César) y estas cinco mentes, de ahora en adelante, piensan en más proyectos que La Junta. 

En 2019, los realizadores audiovisuales Diego (36), Bastián (30) y Matías (29) trabajaban en el matinal de TVN, pero se decepcionaron de la tele. Cuentan que para el estallido social, la forma en la que el canal cubría los acontecimientos de la revuelta los agotó. Ringo (31) y Nacho (28) por su lado, venían del mundo de las agencias publicitarias y también estaban chatos. En ese momento, Diego Sarmiento describe que, “no fue solo una desilusión televisiva. Fue una sinergia de todo, de distintos eventos”. 

De izq. a der. y de arriba hacia abajo: Diego Sarmiento (36), Bastián Ríos (30), Ignacio Ríos (28), José “Ringo” González (31), Matías Arias (29).

Se unieron y pensaron en YouTube como un lugar para crear sin frenos.  “Si bien los cabros también tenían sus desilusiones desde el mundo de la publicidad, nosotros vivimos la censura en televisión, algo que no pensai vivir en democracia”, cuenta Bastián. “Además entrar a Youtube es un viaje sin retorno, nada te va a dar esa libertad. En la tele no podi decir poto. En la tele no puedes hacer seis horas y media de transmisión sin comerciales, de puro contenido y gratis para la gente”, agrega Diego.

Hoy La Junta va en su capítulo número 31 y tiene más de 754 mil seguidores en Youtube y el episodio protagonizado por Marcianeke fue el contenido más visto en Chile durante el 2021. Es, definitivamente, el programa que la rompe en la plataforma y que nació de la mano de estos cinco millennials, hoy socios y colegas, que tras su paso por espacios convencionales se juraron no cometer los mismos errores y convertirse en el pixar chilensis de la generación de contenidos.

Por el programa han pasado todos los astros del género urbano en Chile y también íconos de internet: Desde Marcianeke, Pollo Castillo, Portavoz hasta Shamanes Crew. 

No éramos fans del trap, pero veníamos rayando con Pablo Chill-E, un personaje potente. Fue justo el año que sacó ‘My blood’ con Polimá, donde dice ‘Déjenme pegar y voy a poner a todos los niños de la pobla a cantar’, me hizo el click de que el trap no era puro webeo y se estaban convirtiendo en una nueva forma de comunicar. Es la canción protesta de hoy en día”, dice Nacho.

“Esto se trata de democratizar el arte, la cultura, los medios y también el conocimiento”, explica Matías Arias, uno de los creadores del programa, porque así se denominan, en La Junta no hay cargos, ni jerarquías, cada uno se nutre del de al lado. 

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Tras lanzar los primeros capítulos, los que trabajaban en televisión fueron los primeros en decir adiós al medio y presentar su renuncia. Eso sí hubo uno que tardó más que el resto en tomar la decisión: Ringo. El publicista fue el último en hacerlo, y hasta hace un mes seguía trabajando por partida doble. “Fue el más cobarde”, bromean sus compañeros, “el último en creer en el proyecto, ¿puedes ponerlo en negrita?”, sueltan una risa en conjunto.

Durante el primer año, todo fue inversión. Gastar hasta lo que no se tenía para poder desarrollar el proyecto, a base de ahorros, retiros del 10%, deudas y apañe de sus amigos, lograron financiarse. Pero el sueño de la independencia laboral, aunque se demoró un tiempo, ya se convirtió en una realidad.

“Todos los emprendimientos nacen en un garage, nosotros ni eso teníamos”, comenta Nacho, mientras los demás describen en un par de palabras lo que era trabajar en el living de la casa de su hermano Bastian, donde el equipo se juntaba a revisar cada uno de los capítulos y cada detalle previo al lanzamiento de estos.

Incluso con sus propias reglas para no cambiar el estilo del programa, los auspiciadores no se hicieron esperar y de la mano con ellos llegó también la oficina. Y el saborcito a éxito fue creciendo al interior de la familia High, alcanzando el tope en diciembre de este año, cuando al realizar la primera edición de los Premios La Junta, tuvieron la posibilidad de arrendar parte de TVN. Las vueltas de la vida.

Fue el evento del año y lo hicieron en un mes de producción. “Teníamos que esperar la confirmación de las marcas, una locura. Ni cuando trabajábamos en la tele, haciendo la gala de Viña o la Teletón habíamos logrado producir en tan poco tiempo. Pero superó todas nuestras expectativas”, cuenta Matías.

Cuándo les preguntamos qué significaron para ellos estos premios, Nacho se apresura en responder: “No sé si lo catalogaría como algo que les debíamos a los que habíamos invitado al programa, pero sí es una bonita respuesta de decir que valoramos la música que hacen, porque premiar a este género en específico es algo que no se hace en otros lugares”.

Este grupo tiene claro cuál es la forma en la que se tiene que trabajar. A través de sus experiencias anteriores reconocieron “lo que nos gusta y lo que no, lo que se puede hacer y no, lo que se puede y se tiene que cambiar”, cuenta Ringo justo antes de que Bastián comenzara a relatar cómo fue la primera reunión con los camarógrafos de TVN para los premios. 

El equipo de millennials quiere ser una productora de muchos más proyectos. La Junta fue el punto de partida.

“Nos presentamos y les dijimos: ‘Algunos nos conocemos, otros no, pero nosotros somos los directores el día de hoy y lo primero que vamos a dejar en claro es que no nos gusta tratarnos a gritos, no nos gustan las faltas de respeto y recibimos siempre ideas y propuestas, así que siéntanse con la libertad para proponer’, de eso se trata el cambio que queremos generar, desde esa base”, recalca. 

Por eso, seguir creciendo y recibir practicantes está en los planes, “Nos encantaría hacerles una práctica soñada, tener al practicante más feliz del mundo”, comenta Nacho con una sonrisa en la cara.

A lo que su hermano Bastián agrega: “Queremos compartir conocimientos, dejar la competencias de ego de lado y poder trabajar con amigos, por gente que siente amor y admiración hacia el otro y poder lograr transmitirlo a las nuevas generaciones. Hacerlo más fácil para ellos, que no tengan que pasar por lo mismo que nosotros”.

Y la invitación es a que los medios y la publicidad evolucionen, no que mueran, que se democraticen”, sentencia Diego.

“Me voy a descargar”, dice Ringo, “yo le tengo fe a las nuevas generaciones, no así a los ingenieros comerciales, una carrera inventada que existe solo en Chile y que destruyeron la publicidad”, cierra, mientras el resto ríe.

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Esta primera temporada del programa ha dejado momentos épicos, risas, llantos, confesiones e incluso canciones donde se les menciona. Todo está previamente pensado y tiene su explicación. “No nos obligamos a invitar a alguien porque está pegado solamente, tiene que contar su historia. ¿Qué queremos que este jueves se converse en familia, o con los amigos? ¿O que te preguntes a ti mismo?, explica Ringo.

Y pese que el verdadero fin es contar “la historia detrás de…” han logrado abrirle espacio al movimiento urbano en una cultura chilena tan de élite y aunque ellos declaren que la idea del show no es catapultar a nadie a la fama, porque cada uno de los invitados tiene méritos suficientes, sí han logrado visibilizar más a un género estigmatizado y caricaturizado en la sociedad como lo es el movimiento urbano.

“No sé en qué momento ocurre, pero cuando te das cuenta que La Junta es más que tomarse una piscola o fumarse un pito, es hablar de esos temas país (…) Arte Elegante y El Menor te hablan de los niños de SENAME, Flor de Rap te habla de las mujeres que son abusadas, Wena Papito te habla de gendarmería y Jonas Sanche te habla de los papito corazón, ahí tú te das cuenta que estas haciendo un real aporte. Esa es la pulpa del programa y eso es lo que la gente agradece, porque no te lo viene a contar una persona equis, te lo cuenta alguien que lo ha vivido”, reflexiona Diego.

Lo que quieren contar estos cinco jóvenes son historias reales de personas, del Chile de hoy en día, porque tienen claro el contexto social que está viviendo el país y que saben que pueden inspirar a otros a seguir creyendo que es posible salir adelante. “Es un tema súper social, porque si miras los capítulos son puros viajes del héroe y heroína, y por eso funciona, porque la gente se ve reflejada, porque ese es el sueño a cumplir en Chile de la gran mayoría. Somos la gran mayoría. La gente que le cuesta, que se levanta todos los días a trabajar y quiere que su hijo o su hija salga adelante”, relata Bastián.

“Si en algún momento un niño del SENAME ve el capítulo de Efraín, El Menor, y le da un poquito de esperanza, porque después en un par de meses más está en un tremendo escenario cantando y diciéndole a los niños como él que crean en sus sueños, si quieren ser cantantes, futbolistas, lo que sea, se puede. Si se puede contribuir con esa esperanza, estamos pagadísimos”, finaliza Mati.

En el futuro de High se vienen varios desafíos, poder lanzar más programas, “hacerle la competencia a La Junta”, dice Ringo, pero también generar contenido fuera del país. ¿Se vienen nuevas versiones de los premios? Probablemente. Pero, sin duda, lo más importante es seguir expandiendo la idea de esta nueva escuela de comunicadores que llegó para quedarse y seguir conquistando a la audiencia dentro y fuera de Youtube.