Reflexiones de moda, identidad e industria junto a Laura Novik

Conversar con Laura Novik es abrirte a un mundo nuevo, en el que gran parte de lo que sabes, o crees saber de moda se convierte en una banalidad.

Con Laura nos conocimos gracias a Raíz Diseño, una plataforma sin fines de lucro que promueve las corrientes del diseño de autor y de la moda ética. Desde entonces, siempre nos cautivó con un discurso rupturista y claro, que hoy en día, casi 5 años después y gracias a la mentalidad de las nuevas generaciones, nos parece natural e incluso obvio.

A continuación lo que conversamos con una de las personas que deberías estar siguiendo ahora ya, sobre todo si te gusta el cool hunting, la moda de autor, o simplemente porque es una persona que de seguro puede nutrirte muchísimo.

¿Cuál consideras tú es la relevancia del análisis de tendencias?

Todo depende de cómo entiendes a las tendencias. Hay quienes todavía creen en las tendencias como sinónimo de moda. Pero esta es una perspectiva miope que solo sirve para empaquetar y vender noticias superficiales.  Hace unos años atrás, durante el Trendscope 2010 de Raíz Diseño, el experto en tendencias brasileño Darío Caldas, afirmó que “la falta de investigación verdadera, facilita la copia disfrazada de referencia”, y  destacó la doble equivocación, por parte de los individuos que no profundizan en el proceso de aproximación a un proyecto, pero también por parte de  las empresas y marcas “cuyo error consiste en buscar las referencias en el mercado y en la competencia, abandonando la búsqueda de un camino propio que podríamos llamar con el nombre genérico de identidad”.

No creo que un diseñador deba estar atento a las tendencias. Es él quien las crea, quien traduce nuevas visiones del mundo a través de sus propuestas.  Pero, para los que trabajan explotados por alguna industria, desarrollando cientos de productos para lanzar a los fashionistas, o para quienes desarrollan proyectos de estilismo (es decir la gestión de estilos aplicados a los productos con poca carga de innovación), y además no saben identificar estilos, o no tienen cultura audiovisual, creo que sí, les es muy útil usar cualquiera de los portales.

En mi experiencia práctica, el análisis de tendencias sirve como instrumento prospectivo que guía en la búsqueda de dos factores: identidad e innovación.

Permite dar visibilidad a fenómenos de características variadas y guiar la toma de decisiones a futuro de empresas o equipos de trabajo. Lo aplico a las fases de ideación y de planeamiento estratégico de distintos proyectos como la definición de marca, la creación de la oferta (colecciones, portafolio comercial) y durante el planteo de las estrategias comunicacionales. Mi especialidad es la moda, en este sentido trabajo en la interpretación de la evolución de comportamientos, patrones, rituales, pensamientos y valores detrás de productos y escenarios de consumo.

Pero en nuestra empresa, los análisis de tendencias se utilizan para otras áreas. Mi socio, Alex Blanch, trabaja para entidades gubernamentales y macro sectores como la educación o industrias creativas. Los estudios de macro tendencias son mapas de ruta que permiten visualizar oportunidades y amenazas a mediano y largo plazo, pero sobre todo abrir el camino a preguntas e imaginarios sobre el futuro. Nada más maravilloso que trabajar en este nivel.

El día que podamos ver varias propuestas chilenas multicolor, cargadas de mitos, supersticiones, alegría… y sexualidad…me sentiré feliz. Porque pareciera que Chile es beige, nude, madera, cemento, acero, cobre y formas abstractas estilo diseño nórdico.

¿Puede separarse la moda de la industria?

Para algunos teóricos como Gilles Lipovetzky,  sólo podemos hablar de moda a partir de finales de la Edad Media, momento en el que identifica el surgimiento de tres situaciones paradigmáticas: el quiebre de la idea de inmutabilidad, la aceptación masiva de la novedad y el uso de la indumentaria como instrumento de seducción.

Sin embargo, el “sistema de la moda” tal como lo conocemos en la actualidad, comienza a articularse recién después de la segunda Guerra Mundial y hasta 1970. Durante esas décadas se construyeron interdependencias entre la cadena de valor de toda la industria textil confección, el retail, los medios masivos de comunicación y la industria del entretenimiento.  Pero desde finales del S.XX la moda se expandió a otros sectores, y tal como Pires, otro analista brasilero observa, no podemos hablar de moda restringiendo su lógica a la vestimenta. Hoy todas las industrias (incluso la política) hacen parte del fenómeno de la moda.

¿Sigues afirmando que la moda es siempre la primera forma de la manifestación de las personas? ¿Por qué?

Lo que suelo decir es que la ropa es una de las más importantes formas de manifestación no verbal. Vengo del teatro y la danza, y por supuesto, la voz y el movimiento (la pose… la actitud) son formas primarias de comunicación. Pero un actor debe construir el discurso no verbal de su personaje también con el vestuario. Me gusta el título de un libro de la socióloga italiana Nicola Scuicciarino: “El vestido habla” y que analiza las estrategias inconscientes de la apariencia. Las decisiones vestimentarias describen elecciones, decisiones de vida, puntos de vista sobre la sociedad. Mi hija decide cómo vestir desde que tiene 3 años. Ahora, a los 10, escoge las ropas expresando valores estéticos, construye personajes, se mueve frente al espejo interpretando las ropas con poses. Todos ensayamos nuestro discurso vestimentario frente al espejo cada mañana…consciente o inconscientemente.

¿Por qué crees que luego de presentar una marca la pregunta “en qué te inspiraste” debiese ser “qué quisiste decir”?

Acabamos de comentar que el vestido habla, pero si habla…debe querer decir algo.

Es cierto que hay personas que se sientan en un café a “hablar de bueyes perdidos” como decía mi abuela…pero a un diseñador yo le exijo que me diga algo más que tonterías. ¿Por qué? Porque estamos hiper bombardeados con propuestas de diseñadores de todo el mundo que nos llegan hasta al celular y al mismo tiempo tenemos ropas para vestirnos hasta el día de nuestra muerte. Como dice el maestro Ronaldo Fraga, ¿Por qué vamos a querer nuevas? Es inmenso el desafío de los creativos hoy. En este sentido, estoy convencida de que la ropa tiene que conectarnos con ideales, sentimientos e historias capaces de conmovernos. Para todo lo demás, están las ventas por precio.

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