Una hermosa historia de emprendimiento y amor.
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Antonio Zulic y Gonzalo Gac, son los hombres detrás de la empresa Retrovision. En el 2008, Antonio, o Toñito, como le dice Gonzalo, tenía un proyecto musical y para una presentación en Valparaíso, quería usar unos lentes que sólo una tienda vendía en Chile, y a un precio muy alto, imposible de obtener para un músico emergente.
Gonzalo, con tarjeta de crédito en mano, compró los lentes que sólo vendían “al por mayor”, por Internet. Compraron dos docenas de lentes y con el resto de los lentes entraron en duda, así que decidieron empezar a venderlos por Internet, así que abrieron un Fotolog, un Facebook, un Tumblr y partieron.
Los vendieron todos. Buscaron otros tipos de lentes, y encontraron una gran variedad para vender en Chile. Trajeron diseños que no vendían en Santiago, compraron lentes que eran tendencias en otros países, siempre asesorados a través de revistas de moda e Internet, con tintes vintage, pero siempre adecuados a lo contemporáneo. Así se decidieron, también, a crear una página web.
Las entregas las hacían en el Metro Bellas Artes. Ese era el punto de encuentro con sus compradores. Llevaban seis o siete lentes, las personas se los probaban con espejo en las escaleras y hacían el intercambio monetario. En todas esas oportunidades la gente los dejó esperando, los dejó plantados, o les compraban de otras ópticas para hacerles preguntas y sacarles información, como relata Gonzalo en conversación con Pousta.
Les pidieron hacer una campaña fotográfica y ellos accedieron. Con ayuda de sus amigas, lograron tomar las mejores fotos para promover la tienda, hasta entonces virtual.
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Luego de las fotografías, las empresas de moda y publicidad los comenzaron a llamar. “Empezamos a tener apariciones en la revista Ya, Mujer, Paula, y cada vez fue más y más. Yo trabajaba en otra cosa y Antonio estudiaba. El dinero siempre era reinvertido en más lentes o en producción de más fotos”, dice Gac. “Ninguno de los dos tenía conocimientos comerciales, así que empezamos a hacer todo esto desde lo que podíamos”.
En el 2009, las ferias de diseño fueron un boom, y se inscribieron en todas las ferias posibles. “Empezamos a sacar cuentas y habíamos ganado en una feria lo que yo ganaba en un mes como sueldo base”.
Gonzalo renunció a su trabajo, arrendaron una tienda, y se lanzaron por completo con Retrovisión. “La tienda empezó a llenarse de gente, muchos hombres se interesaban por nuestros lentes y seguíamos entrando a todas las ferias todos los fines de semana”.
Hasta el 2011 y con cuatro años de experiencia, decidieron abrir paso al giro óptico. “Fui a hablar con una óptica para derivar a nuestros clientes, con nuestros marcos, a su trabajo, para así poder ofrecerles un descuento”.
Todo tomó una nueva dirección desde ahí y se encontraron con nuevas maneras de trabajo a las que nunca se habían enfrentado. Así fue como expandieron el rubro y se transformaron en óptica. Crecieron rápido, pero todo de la mano de un constante esfuerzo y paciencia.
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El trabajo de emprender
“Nosotros siempre hemos sido de la idea de tomar las oportunidades. Cuando las cosas pasan por delante de tu cabeza hay que hacerlas. El camino difícil siempre es el que te entrega mayores retribuciones y mayores alegrías”, dice Gonzalo.
Les fue difícil comenzar, no lograban obtener los permisos necesarios por parte de la Municipalidad y luego de múltiples intentos y reuniones lo obtuvieron.
Tips del emprendimiento
“Estar al día”: Gonzalo cree que “Después de Dios, el Servicio de Impuestos Internos” es al único que “uno le debe rendir cuentas”. Por lo mismo aconseja estar siempre asesorado, siempre buscar más información, mantenerse al tanto de los cambios en la legislación y también “estar al día”, un término con el que se refiere a pagar las cuentas y no deberle nada a nadie.
Nunca dejar de trabajar: Las ideas se deben materializar, “las ideas hay que procesarlas, pero hay que llevarlas a cabo, hay que hacer las cosas, si se te ocurre algo entretenido, escríbelo, y trabaja esa idea, si no lo haces siempre va a quedar en lo que pudo ser y no en lo que fue”.
Todo se puede lograr: Gracias a Retrovisión, Gonzalo, logró entender que todo se puede lograr, que sus ideas tenían sentido y que no estaban locos. Es necesario, dice, que se encuentren trabajando en equipos que se apoyen entre ellos y que no se echen para atrás.
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Hoy cuentan con tres sucursales y además están celebrando 10 años desde que la primera caja con lentes llegó a sus manos.
Fotografía por Patricio Roldán.
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