Se hizo conocido por ser el vocalista de La Noche, pero hoy sus seguidores lo llaman El Brijido, un famoso gamer, campeón mundial de Mortal Kombat 2 en Fightcade 2021. Eso sí, Leo Rey afirma estar reinventándose musicalmente y con ganas de llegar al Festival de Viña 2023 como solista. Hablamos sobre sus trofeos en el mundo virtual, pero también sobre sus desaciertos en la vida real. Este es Kung Leo más allá de las consolas y los acordes.
Fotografías por Camila Castillo Ibarra (@camilaconleche en IG) // Locación Eslabón Studio (@eslabon_studio en IG)
Dice que cantó para ganar plata y poder jugar en las máquinas de un arcade en Villa Alemana. Cuenta que su infancia fue dura, que sufrió la explotación y el rechazo de sus padres y que encontró refugio en los videojuegos y la música.
Leonardo Leiva Reyes (42) nació en la V región y vivió allí hasta el 2011. Se crió con su padre, dueño de un arcade que tenía desde taca tacas hasta un pequeño barco pirata. “Siempre me crié en un mundo de diversiones”, dice. Desde muy temprana edad el músico fue forzado a trabajar vendiendo fichas, pero a él no se le permitía jugar.
Tampoco fue al colegio, y a escondidas de su papá encontró un refugio en los videojuegos que miraba con distancia. Las luces y los sonidos de las máquinas de Pac-Man y Street Fighter le dieron cierta contención. Recién, cuando tenía 13 años, jugó por primera vez al Mortal Kombat.
Su padre le dio 5 mil pesos para ir a comprar unas encomiendas a Villa Alemana. Para su sorpresa solo tuvo que desembolsar un billete de luca, pero sabía que no podía gastar el resto del dinero sin justificación o esto le traería consecuencias negativas en la casa. Sin embargo, en su camino de regreso, con el vuelto en el bolsillo, pasó por los juegos Pompeya, donde sabía que estaban conectadas las máquinas de sus sueños.
“Lo primero que vi fue una máquina de Mortal Kombat con Johnny Cage al lado tirando una patada”, recuerda, “Estaba apagada y yo iba a jugar Street Fighter, pero la prendieron y quedé enamorado. Pasaron dos minutos y ya no tenía las cuatro lucas. No pensé que me iban a sacar la chucha y desde ahí no paré. Intentaba anotar los trucos, cómo se llamaban los personajes y los golpes”.
Treinta años más tarde, a finales de 2021, se convirtió en el campeón mundial en la plataforma Fightcade de Mortal Kombat 2 online. Es más, domina los tres primeros lugares con sus nicknames KungLeoBrijido, PrepareToDie y OdranoelYer. Su apodo El Brijido nació por un video que él mismo subió, donde -tras ganar una partida- termina gritando “briiiiigido”, como si su vida dependiera de los controles.
Desde entonces, a fines de 2019, comenzó a subir más contenido sobre videojuegos y su vida cotidiana. Automáticamente sus seguidores aumentaron explosivamente y hoy acumula más de 134 mil personas que ven sus publicaciones, coronándose como gamer reconocido.
¿Cómo te llevó el Mortal Kombat a la música?
“A los 14 peleé con mi papá y me escapé. Partí a la calle sin rumbo y al primer lugar al que llegué fue a los videojuegos. Ahí comencé a pasar las penas de estar viviendo solo en la calle, pero también estaba alegre por estar cerca de los videojuegos y me sabía los trucos y nadie gobernaba mis horarios. Pero no tenía cómo sacar plata para los juegos y un chico que estaba ahí tenía guitarra y a mi siempre me gustó la música, porque mi papá la ponía; lo llevaba en las venas. Y un día carepalo’ y muerto de vergüenza me metí a cantar para poder ir a jugar. Gané buenas monedas y la gente me aplaudió”.
Desde ese minuto comenzó a tener amistades con los chicos del arcade y logró juntar dinero para pagar una pensión. Hoy recuerda esos días y dice que espera que los niños y las niñas no tengan que pasar por ese tipo de situaciones para poder realizar sus sueños.
Su madre, con quien perdió contacto cuando él tenía pocos años de vida, supo que Leo estaba viviendo en la calle y fue a tribunales para pedir su tuición. Con casi 16 años se quedó en la casa de una persona que hasta ese entonces era una desconocida.
¿Cómo fue vivir con ella?
“Se comportó de manera muy amable al comienzo y después cambió todo. Yo salía a la calle porque me gustaba y también para juntar plata. Le decía que sabía tocar y que podía hacerlo en bares y traerle unas 5 luquitas al día. Llegamos a ese acuerdo y finalmente se transformó en algo negativo porque cuando no llegaba con plata habían problemas. Ahí me fui desilusionando porque me volví a sentir explotado, pero ahora por mi mamá. Estuve así un par de años y después logré escaparme inscribiéndome en el servicio militar de manera voluntaria para irme a la verga“.
Después de eso tuvo contacto con ella sólo de manera esporádica. Actualmente Leo sabe cómo está la mujer, pero no mantienen una relación cercana. “Tampoco se puede pedir más, la verdad. Tengo cariño y respeto por que es mi madre, pero nunca lo hemos conversado y quizás falta eso para explayarnos y sincerarnos”.
En 2016 los programas de farándula hablaban de que Leo afrontaba una separación y la deuda de una pensión alimenticia. “Siempre voy a querer que mis hijos no pasen por lo que tuvo que pasar el papá para poder estar donde está”, dice antes de agregar, “nunca querré hacerme el loco, sobre todo con el gasto de tener un hijo”. El cantante asegura que ha pedido préstamos y destinó sus retiros del 10% para pagar la deuda de uno de sus seis hijos.
¿De qué manera te llegan ese tipo de comentarios en tus publicaciones?
“Mi carrera es una montaña rusa. Puedo tener muchos eventos este verano, pero no sé si el próximo, y así. Pero trabajo día a día para superarme y para darle estabilidad a mi familia. Nunca querré hacerme el loco, sobre todo con el gasto de tener un hijo, mantener una relación y tenerlo en el colegio. Entonces da rabia cuando alguien viene y dice ‘papito corazón, paga la pensión’, pero es un tipo escondido detrás de un computador”.
La conexión con sus hijos le ha permitido entender a las nuevas generaciones y sus nuevas formas de consumo de contenido. Es por eso que cuando comenzó a participar del streaming en el inicio de la cuarentena su fanaticada cambió de cumbieros a gamers.
¿Cómo ha sido la recepción de tu público millennial y Gen Z?
“Tengo una anécdota para esto. Cuando estaba en La Noche todos me decían ‘Te lo dice’ en la calle. Un día una mamá me pedía una foto en el aeropuerto y decía que amaba mis canciones. Iba con su hijo que llevaba una polera del grupo Pantera y ella le dijo que se tomara una foto conmigo, pero él me quedó mirando y dijo ¿Quién es? No tenía pico idea quién era yo.
Esa misma situación la viví después, hace un par de años atrás, cuando comencé con los videojuegos y al hacerme conocido como El Brijido. Esta vez iba el niño con su mamá. Él tenía el pelo azul y dijo ‘Mira mamá, El Brijido, quiero sacarme una foto con él’. Para mí fue maravilloso porque me reconocen por otras cosas. Yo sé que a un niño de 12 o 14 años no le va a gustar una cumbia y menos se va a atrever a pedir una foto, pero sí al ser un idioma similar al suyo por los videojuegos. Siento que me he ganado eso al mostrarme al natural”.
Y no ha dejado su carrera musical de lado, sobre todo porque sueña con llegar como solista al Festival de Viña 2023. El año pasado lanzó su álbum Ritmo y continuó publicando singles. Incluso tiene una canción que lleva el nombre del videojuego, pero adaptado a su amor por la cumbia: Mortal Kumbiat. “Es parte importante de mi historia y de cómo le torcí la mano al destino”, dice.