Natalia Castillo (RD) quiere democratizar la calidad de vida sexual de las chilenas y chilenos.

Primero fue la candidata a diputada del Partido Socialista por el distrito 10 Valeska Naranjo la que propuso una idea de ley que va en pro de la salud de la mujer (Ley Menstrual) y ahora apareció la también candidata por el mismo distrito Natalia Castillo (Revolución Democrática) que quiere ir por la misma línea pero esta vez buscando terminar con la vida sexual deficiente, informó El Dínamo.

Un estudio de la Universidad de Chile indicó que el 70% de las mujeres en Chile no tienen actividad sexual pasada la barrera de los 40 años. Las cifras oficiales a nivel mundial también indican que entre el 15 y 20% de las mujeres sufren anorgasmia, que es la incapacidad de tener un orgasmo, y que se trataría en la mayoría de los casos por una condición psicológica, ya que según cifras oficiales se estima que entre el 15% y 20% de la población femenina mundial sufre de anorgasmia. Es por eso que esta candidata quiere proponer una solución radical: una Ley Orgasmo.

La idea no es hacer que todo el mundo esté obligado por la ley a tener orgasmos, sino que hacerse cargo de la salud sexual de la población, ya que si llega al Congreso, Castillo propondría la incorporación de terapias psicológicas en materia sexual en Centros de Salud Familiar (Cesfam) y consulturios: “Las personas que ganan más dinero pueden acceder a terapias sicológicas sexuales en el sistema de salud privado. Pero el gran porcentaje de la población no tiene cómo hacerlo. Nosotros queremos que sea parte de la atención de salud primaria para que todos lleguemos a niveles de satisfacción y salud sexual óptimos, porque eso tiene efectos en nuestro día a día, en la calidad de nuestras relaciones de pareja e incluso en nuestra expectativa de vida”.

La razón que explicó Natalia es que el sistema público no admite aún que ciertas terapias de parejas se enfoquen en el aspecto sexual y que se reforzado por la ausencia de educación sobre el tema en Chile. Hoy, solo existen programas de este tipo en espacios locales, como algunas terapias sexuales para adultos mayores.

“La mayoría de los programas de educación sexual impulsados desde el Estado están destinados a sectores de la población en edad fértil y sólo se remiten a temas reproductivos (como prevenir el embarazo con el uso de métodos anticonceptivos). Proponemos que haya una política de Estado enfocada a los sectores de la población que necesitan resolver sus problemas desde un punto de vista de salud, sin mitos ni caricaturas”, dijo.