Sí, debes hacerlo. Es sentido común.

¿Cada vez que te masturbas te lavas las manos? Deberías, y deberías también lavar tu pene después de tener relaciones sexuales para prevenir infecciones.

Primero, hablemos de higiene.

Esmegma

El esmegma es una sustancia de aceites y células muertas que se acumulan bajo el prepucio en el caso de hombres no circuncidados o en los pliegues de los labios de las mujeres. No es una enfermedad de transmisión sexual, y tampoco es tan grave, pero puede causar mal olor y, en algunos casos particulares, endurecerse e irritar los genitales.

Lo más rápido y fácil es ajustar las rutinas de higiene personal. En las duchas puedes tomarte un poco más de tiempo en limpiar todos los pliegues de tu cuerpo y de tus genitales con mayor detención, por ejemplo alrededor y debajo del prepucio.

“Su cuerpo produce un lubricante para ayudar a que el prepucio se retraiga. Ese lubricante puede acumularse debajo del prepucio junto con otros aceites naturales, células muertas de la piel, suciedad y bacterias . Es por eso que esta condición es menos común en hombres circuncidados”, dice la experta en salud Megan Lentz y la Dra. Debra Sullivan.

Debes jalar el prepucio hacia atrás y comienza a limpiar. Puede que el esmegma se haya endurecido, si es así no lo fuerces porque te puede causar dolor e incluso rasgar la piel y entonces esto sí podría desembocar en una infección.

Lo mejor es usar jabón suave y agua tibia para lavar el área del prepucio. Repite todo esto en tus duchas.


Los penes pueden tener hongos, aunque no los veas, por lo mismo es necesario mantener la limpieza, así evitas hongos, bacterias, sangre, infecciones o que el semen seco se quede disfrutando de tu piel.

“Siempre les digo a los pacientes que no es que una vez que tengan relaciones sexuales tienen que salir corriendo al baño, pero sí: lo primero que hay que hacer es orinar. El orinar limpia la uretra, sale la orina y eso elimina las bacterias que se pueden obtener por medio del intercambio sexual por parte de la penetración. Después, una higiene normal. Con agua tibia es suficiente. No hay que usar jabón ni nada de eso, porque a veces, por la misma penetración, se producen irritaciones o laceraciones y el jabón puede lastimar o resecar más la piel o producir un poco más de daño”, explica Carlos Andrade, urólogo y médico de planta del Hospital Central de San Isidro y médico asociado del Hospital Italiano a Vice.

Debes tener en cuenta que te debes limpiar el pene y también la boca, si practicaste sexo oral. ¿Y si no me quiero lavar nada? “Bueno, si no te lavas nada aumenta la probabilidad de contraer o contagiarse alguna enfermedad de transmisión sexual, ya sea una enfermedad bacteriana, fúngica o viral”, sigue el experto.

Esto te puedes contagiar por el intercambio de pH

Las infecciones más comunes son las micóticas.

  • “Todo lo que tiene que ver con los hongos crecen fácilmente en los medios húmedos”.
  • “Después de tener relaciones sexuales, a partir de los flujos, semen, lubricaciones, los pH que maneja la piel facilita a que se produzcan ese tipo de infecciones”.
  • También puede haber infecciones bacterianas, virales, que son menos comunes, pero que también son enfermedades de transmisión sexual que pueden aparecer específicamente después de no hacer una buena higiene.

“Siempre es recomendable usar preservativo con muy buena lubricación. Al no tener lubricación pueden producirse laceraciones y esas mismas laceraciones facilitar infecciones de transmisión sexual. Al haber laceraciones podrían entrar de forma más fácil los virus, hongos, bacterias y aumentar la probabilidad de las transmisiones de enfermedades sexuales”, enfatiza Andrade.

Recuerda no usar el mismo preservativo para diferentes órganos sexuales. Es decir, no uses el mismo que usaste en el ano para la boca, o para la vagina, en todas las múltiples posibilidades que entregan estos tres órganos.