Cinco sentidos, o “The five senses” es una película cine-arte canadiense (1999) dirigida por Jeremy Podeswa. Trata todos los sentidos a través de varias historias entrelazadas, exáminando cada uno de los casos: el voyerismo, una masajista frustrada, un hombre que se está quedando sordo, una mina que hace tortas y un cola que tiene la manía de olfatear a todos sus ex…
Me parece que, en pocas palabras, esta introducción resume muy bien la película que, además de ser re GÜENA, ganó el premio del mejor largometraje canadiense en el Toronto International film festival (1999) y el premio de mejor logro en dirección en los Genie Awards (2000).
En fin, la manera en que Podeswa logra conectar todas estas sensaciones y emociones (los 5 sentidos del ser humano) en un solo film, es extrafalaria… qué más te voy a decir poh galla.
Cuatro de los personajes viven en el mismo edificio y apenas se conocen (creo que es un poco la idea de la película). Al mismo tiempo que las personas están agudizando sus sentidos, transcurre la historia de una niña extraviada.
El tacto lo representa una masajista, que recuerda a su disfunto marido cada vez que toca otro cuerpo. Su hija es la chica “freak” que se sale del colegio porque no encaja y es una muy buena observadora. Con el tiempo va descubriendo que es voyerista, y le va dando más sentido a su vida.
La audición es representada por su vecino oculista, quien tiene una lista con todos los sonidos que quiere dejar grabados en su memoria, antes de quedar sordo. Otro vecino, el treintón bisexual, es el encargado del olfato. Dice que el amor se puede olfatear y que a través del olor de una persona se puede saber si te aman o no (algo que encontré bastante interesante). Él también tiene una lista, pero de sus ex. Se junta con cada persona con la cuál ha estado y les pregunta si los puede oler, para ver si alguien todavía lo ama… pero eso se los dejaré inconcluso. Su mejor amiga, que es la única que NO VIVE en el departamento, está pololeando con un italiano medio trucha, con el cuál ni se puede comunicar… y ellos representan casi todos los sentidos juntos… pero más que nada el del gusto, ya que la mujer decora tortas (que no son ricas pero son lindas)
Como toda película dramática, todos los personajes tienen problemas existencialistas brígidos y se comunican a través de sus sentidos, pero sin darse cuenta. Algunos tienen un sentido más agudizado que el otro, pero todos tienen los cinco sentidos. Mi opinión personal, es que no valoramos para nada estos 5 amiguitos hasta que los perdemos. En mi caso, una vez me dio otitis aguda.. no pude escuchar bien por mucho tiempo y me desesperaba… Otras personas se deprimen y se desesperan porque sienten que están quedando “piti” (ciegos) etc..
La película no intenta dejar una moraleja de ese tipo. De hecho, queda abierta para libre interpretación de ustedes lectores, oyentes y visores.
Muuuuy buena película! Si fuese una crítica de cine (con estrellitas y todo), le pondría 4 1/2 !
¡Au revoir!
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