La Justicia resolvió cambiar por arresto domiciliario la prisión preventiva que la mantenía en un hospital y en huelga de hambre hace dos semanas. Villegas opinó contra la Machi Linconao, entre otras salvajadas, que: “Las huelgas de hambre convierten a un criminal en un mártir”.

Machi Linconao Pousta 2

En una votación de dos contra uno, la Primera Sala de la Corte de Apelaciones de Temuco acogió el recurso de amparo presentado esta mañana por la defensa de la Machi Francisca Linconao, decretando arresto domiciliario en vez de la prisión preventiva que la religiosa cumplía en Hospital Intercultural de Nueva Imperial, imputada por el caso por el caso Luchsinger-Mackay.

Linconao se encontraba desde hace dos semanas en huelga de hambre, como una forma de protesta. Esta huelga habría sido depuesta por la Machi, según contó por su vocera. Desde diversos sectores políticos, el Gobierno, y el Colegio Médico habían expresado preocupación por el delicado estado de salud de la mujer.

Dentro todo lo complejo del caso, hubo un personaje que no se aguantó las ganas de opinar con su habitual brutalidad sobre el tema, usando su tribuna en el programa “Las cosas por su nombre” de radio Agricultura: “Nadie obliga a alguien a tener huelga de hambre. Uno decide no comer y parece que las huelgas de hambre convierten a los cómplices de crímenes en mártires de una causa”, partió.

A estas alturas uno está semi acostumbrado a los comentarios de “tío curado y facho” del sociologo que tuvo un breve paso por el modelaje de retail. Pero esto está para llorar, además la agarró contra la juventud-con-cara-de-circunstancia:

“La señora machi está en la cárcel por ser participe en forma indirecta, me parece, como ayudista, prestó su casa no sé exactamente la figura (…) Entonces ella es cómplice de un crimen salvaje y eso es todo, eso es judicialmente lo que es. Pero como hizo una huelga de hambre y forma parte de una causa, la causa mapuche, entonces ahora se convirtió en mártir y tenemos el espectáculo habitual con estos jóvenes que ponen la cara de circunstancia, son los feligreses de la causa que van a reclamar y hablan de los derechos humanos en los mismos días que se recuerda el asesinato de los Luschinger, que fueron quemados”.

“Esta mecánica de la huelga de hambre convierte a un criminal o una persona que fue cómplice de un crimen en un mártir de una causa, lo he visto personalmente mil veces, opera siempre el doble estándar”.

“Los verdaderos mártires aquí son las personas que están perdiendo sus propiedades o los trabajadores que fueron heridos en Tirúa, uno está con peligro de muerte porque de frentón le dispararon a matar (…) Esos son los mártires y lo son quienes pierden sus propiedades que han estado trabajando toda su vida y que se las queman de la noche a la mañana, esos son los mártires, no una señora que decide no comer”.