El otro día tuve que borrar a tres amigos, cercanos en mayor o menor medida, de twitter.

Fue una lata, porque en teoría uno tiene una relación mucho más cercana con gente que conoces de la vida, y obvio que si las borras, al día después te llaman y preguntan que si te enojaste por algo en especial o qué onda.

La respuesta para esas tres personas fue siempre algo más o menos así: Puta, sorry, te quiero y/o estimo ene, nos conocemos hace mil, pero la persona que leo en twitter no es la misma que yo conozco. Cuando nos veamos o topemos, genial, pero en general me pone de mal genio leerte por internet, así que prefiero evitar futuros problemas.

Rápido, fácil y corto.

El drama de todo eso es que el famoso power “to the people” que internet le entrega a la gente ya parece broma, y día a día nuestros timelines parecen circo con una creciente masa de gente intentando captar la atención, clamando, gritando y llorando por followers y amigos. Es decadente, sobre todo cuando hay mucha gente involucrada que conoces en la vida real, así que bueno, como a nosotros nos apesta la gente falsa, acá vamos con nuestro manual de reconocimento.

Lidiando con el cambio de chaqueta

Lo primero que empieza a hacer un(a) escalador(a) de twitter, es seguir a la gente más famosilla, (no famosa). Principalmente periodistas y gente que salga en canales de mierda como la red o en programas de cable. Eso les abrirá los ojos, y hará que misteriosamente una persona pase de escuchar Ricardo Arjona, a cualquier cosa que salga de Club Fauna y a preguntar con frecuencia “alguien va a lo de ponga-acá-un-nombre-de-marca para ver si salta la liebre y alguien les invita.

Twitteando sobre cualquier cosa #trendingtopic

Lo choro que tenía twitter, es que uno generaba listas de gente más capa o con entendimiento en distintos temas, así entonces uno leía a la gente que twittea de tecnología, otra de política, a tus fashion bloggers simpatizantes, periodistas, amigos, amigas, ex compañeros, etc. Lamentablemente ahora, como nadie quiere ser menos, te topas con gente que no tiene idea de fúbol, haciendo como que nacieron con la pelota bajo el brazo, otras que pasaron de ser orgullosos idiotas de universidades privadas, a gente súper comprometida con la educación (cuando en realidad nunca fueron a clases…), de pronto para todo ellos es importante la teleserie de moda, “el Tolerancia Cero”, la world wide developers conference de Apple y le prenden velitas a Steve Jobs, personaje al que ven con respeto porque fue CEO de una marca que sale en el diario todos los días, una marca que ahora es #trendtopic.

Soplándosela a las marcas

De que Twitter está repleto de Tweets pagados, no nos cabe duda. Lo decadente es cuando ves que el timeline completo de una persona está con referencias @marca1, @marca2, @marca3 y @marca4. En general se lo pasan así bastante tiempo, hasta que entran en desesperación y comienzan con sutiles “oye, yo creo que @marca1” debería regalarme unos packs de su mierda porque siempre les hago publicidad”. O con otros “Ay que bueno que estuvo el evento ayer de @marca3”, ha sido la mejor fiesta de mi vida, o sea, así se pasó de increíble, cuando la realidad puede que haya estado hasta peor que este.

En general este gesto lo notas cuando todos sus hábitos de consumo son reflejados en twitter y van acompañados de un @marca + algún calificativo medio exagerado, así como “Increíble”, “Máximo”, “Lo mejor”, “Topísimo” y de ahí otros de mayor calibre, tirando siempre más para el lado siútico.

Trolleando a las marcas

“Osea, @Movistar, no puedo creer que me tengas esperando DOS MINUTOS con una Operadora PERUANA totalmente INOPERANTE”. “@Entel, llevo dos meses con mi plan de 8 lucas y quiero un iPHONE AHORA, porque Claro me ofrece mucho más con la #portabilidad”. “Denuncia: @Falabella no respeta su club de puntos http://sernac.cl/whatever #funaafalabella RT Please!!””

No digo que los tweets son exactamente así, pero si luego de pasar por la etapa anterior y la marca no los pescó, y no les regaló un par de chelas, una tarjeta de prepago, una giftcard ni los convirtió en su nuevo ciber embajador, viene la contra respuesta, y se trata del típico trolling. Del amor al odio hay un paso dice el dicho y aquí se nota perfect. De un momento a otro Twitter hizo que todos estos personajes se crean influyentes, gente relevante, personas capaces de APLASTAR a una marca, o a algún personaje que haya lanzado un tweet desafortunado. No digo que el retail o las empresas de internet sean santas, pero la twitter histeria es más irritante, sobre todo porque tú, yo y todos sabemos que una llamada telefónica, en el 90% de ls veces ayuda mucho más que el escándalo cibernético. Al final del día el show twittero queda más que todo como anécdota.

Y ahora qué

Lo bueno de la red social es que uno sigue a quien quiera, pero aún así es inevitable que se te cuele esta gente entre medio, así que mi única recomendación, es que cuando identifiques a alguno de estos personajes uses el infinito poder del unfollow, y si ya la situación es insostenible, un bloqueo ayuda bastante, porque además el sistema no te mostrará los eventuales RT que puedan hacerle a una persona.

Por último, está la respuesta que le digo a todo el mundo que se deprime por las “cosas de twitter”. Relájate…si al final …. es Twiiiiitteeeer.

(Lo peor que puede pasar es que te maten a punta de MAYÚSCULAS).