En 1985, cuando el grupo de música infantil Mazapán lideraba un espacio estelar en televisión abierta con un programa para niños, la entonces esposa del dictador Augusto Pinochet decidió sacar el programa del aire, cambiando repentinamente el rumbo de sus carreras musicales. Te contamos los detalles.

Por ese entonces causaban furor. El grupo nacional compuesto por las estudiantes de la Universidad Católica Cecilia Álamos, Victoria Carvallo, Lulú Corcuera, Cecilia Echenique, Carmen Lavanchy, Verónica Prieto y Michelle Salazar, estaba en su apogeo artístico. Con 5 discos bajo el brazo, el conjunto se había posicionado como una de las promesas para la entretención infantil del momento, llegando incluso a tener su propio espacio en televisión.

Su programa en Televisión Nacional de Chile, Masamigos, salió al aire en 1985, y logró buena sintonía. Era sencillo y estaba enfocado en mostrar dinámicas que desarrollaran la creatividad e imaginación de los niños en el país, con diferentes puestas en escena, juegos, canciones y bailes, todo dentro del ámbito educativo. Si bien siempre hubo una concepción del grupo como ABC1, su música traspasaba estratos sociales y llegaba a todos los hogares que, por esos años, pudiesen costear un televisor.

Fue en esa época cuando la entonces esposa del dictador Augusto Pinochet, Lucía Hiriart, decidió invitar al grupo a una cita especial. En aquella época, Hiriart se encontraba instalada en el piso 17 del Edificio Diego Portales refundando, reformando y reconstruyendo una serie de instituciones como CEMA Chile, la Fundación Nacional de Ayuda a la Comunidad, la Fundación Septiembre y el Comité Nacional de Jardines Infantiles y Navidad. Con este último, tenía varios planes a nivel nacional, entre ellos, una serie de inauguraciones que quería celebrar al son de las canciones de Mazapán.

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A ellas no les pareció la invitación que Lucía les hizo para que fueran a cantar a sus jardines infantiles, no consideraban que tenían que estar del lado de la política. Además, ninguna apoyaba el régimen de Pinochet. Y eso fue suficiente para rechazar la invitación. Un acto y declaración de principios que les costó su programa televisivo.

Muchos años después, y según consigna HoyXHoy, el grupo de “La cuncuna amarilla” explicó que nunca se sintió como una opción la invitación de Hiriart, sino como una imposición, la que finalmente resultó en el fin de su joven carrera en la televisión, en un espacio que, en su medida, igual carecía de más programación infantil.

Si bien fue a todas luces una censura, Mazapán vio este deshonesto gesto como una oportunidad. Según sus propios dichos en la página oficial del Consejo Nacional de Televisión de Chile, al final “Ella nos hizo un gran favor. Era nuestro tercer año consecutivo en televisión, y criando guaguas, así que era el momento preciso para parar. Todas pudimos retomar nuestras actividades y otros intereses”. Algo que las ayudó a tomar un respiro para volver a inspirarse y seguir su carrera, la que sigue hasta el día de hoy, 36 años después de ser canceladas por Lucía Hiriart.