Era una jornada pacífica, un llamado al pueblo para que se apropiase de los espacios que les han negado de forma natural como sucede en Chile. Un domingo diferente, donde Reñaca, otrora balneario símbolo del auge económico noventero, se transformó en un fiesta plagadas de cumbias y melones con vino.

La situación cambió abruptamente, cuando John Cobin, fascista estadounidense seguidor de Kast, disparó contra los manifestantes. Luis Ahumada de 33 años recibió el impacto de una bala en su muslo, siendo trasladado de urgencia a un centro de salud. John Cobin llegó hasta su casa, justificando su actuar porque tuvo tiempo de grabar un video para Youtube y subirlo. Ahora se encuentra en prisión preventiva por 90 días.

“Yo ni siquiera interrumpí el tránsito, iba pasando por ahí y el primer disparo que da este tipo me llega a mí, menos mal que la bala no rompió algo interno porque por la pierna pasa una arteria que si me la cortaba me moría ahí mismo. En el hospital me dijeron que tuve suerte” señaló para El Mercurio de Valparaíso.

Pero el trauma de Luis Ahumada no quedó ahí: mientras el país seguía de cerca el proceso judicial de Cobin, el afectado se veía nuevamente con trabas luego de que el hospital no pudo tratarlo por falta de personal e insumos.

“Me dijeron que tenían dos gasas y estaban reservadas para casos más graves. Yo les respondí que si me iban a dejar así para que se infectara mi pierna, y me movieron los hombros dando a entender que no había nada que hacer”, sostiene.

“Bajé al consultorio de Plaza Justicia y tampoco me querían atender, porque no había pedido hora. Ahí les empecé a contar mi caso, les dije que era el baleado por el chaleco amarillo en Reñaca, y cuando les conté eso me hicieron pasar” agregó.

“Los que tienen plata tienen la mejor salud y yo he estado mendigando para que me laven mi herida. No puede ser que sólo los que tienen más puedan acceder a una buena atención de salud. No creo que ellos vayan a suplicar para que los atiendan y les digan que no hay insumos”, cerró.