El único exorcista real chileno calificó el caso de Puerto Montt como “un show para distraer”, lo turbio del barro de los aludes y el agua cortada embarra a Luksic, y a Piñera le está llegando al cuello lo sucio de sus propios negocios.

Pasa algo muy loco cuando se corta el agua. No sé a ustedes, a mí me pasa, y a las personas con las que hablé, igual. Aunque hayan pasado apenas algunos minutos, quizá un par de horas desde que se corta, inmediatamente uno se siente con harta sed, ganas de lavarse los dientes, ducharse, cagar, mear, lavar la loza, lavar ropa, regar las plantas, trapear el piso, etc. Actividades en las que uno no piensa a cada rato se vuelven repentinamente urgentes. Uno se desespera. Si tu trabajo/negocio depende de eso, si tienes una familia detrás, esto se vuelve mil veces peor.

Simplemente no puedes pensar en otra cosa. De un momento a otro te sientes, exagerado a cagar, como un ciudadano de esos lugares donde sencillamente el agua potable llega a goteo. Se siente un nerviosismo en el aire, como que se toma conciencia de que si el elemento vital se acaba, cagamos, y además sabemos que es un recurso natural que se está agotando. Al menos a mí me pasa que dimensionas que una pura tirada de cadena son como seis litros, entonces si fueras a comprar agua, o ir a buscar, resulta una cosa bien pajera y bastante inútil, ¿cuántos litros puedes cargar? Lo que hago en esos casos es básicamente optar por vivir con un baño tipo Chernobyl y sentir que muero de sed en un escenario de apocalípsis.

Imagino que si un corte de agua durara, digamos, una semana o más, habría grupos de gente saqueando bidones y botellas y no quedaría otra que sumarse. Más tiempo que ese, yo creo que todo se viene abajo y las calles se ponen tipo Walking Dead con gente muriendo de sed y cubiertos en cebo matándose unos con otros por una botella y/o bidón.

Aguas turbias mojan los pies de Luksic

Siempre he encontrado peligroso y no muy conveniente que el agua sea de una empresa privada (un dato: Chile es el único país del planeta donde esto es así), llámame desconfiado, pero estimo que al ser un ente que actúa motivado por lucro, puede verse inclinado a no velar totalmente por el bien común antes que por sus propios intereses ideologiconómicos. Dejémoslo así. Digamos también que el 13% de la empresa pertenece al grupo Luksic, (en estricto rigor, en enero, un ejecutivo del grupo compró las acciones). La empresa, que factura del orden de los 100 mil millones de pesos anuales, carga con una buena cantidad de cagazos en su historial y aunque el Gobierno, que entre 2010 y 2016 le cursó multas por el orden de los 1000 millones (como decirlo, un moco al lado de las ganancias), exigió a Aguas Andinas cumplir con mejorar su instalaciones ante emergencias, desde la empresa dijeron que no existió negligencia y que se trató de “un fenómeno meteorológico de fuerza mayor”.

También echaron la culpa al retraso del regreso del agua en Santiago a que mucha gente a la que sí le volvió se puso a lavar los autos y llenar las piscinas, una explicación bien extraña, por decir lo menos.

Es importante recordar que desde la Coordinadora No Alto Maipo vienen advirtiendo desde hace diez años que el proyecto hidroeléctrico Alto Maipo textual “pondría en riesgo el procedimiento de abastecimiento de agua potable a la Región Metropolitana”, además de haber contaminado buena parte de las reservas con arsénico. Yo no soy ingeniero pero me imagino que para construir una obra que necesita entre otras cosas, 67 kilómetros de túnel, hay que hacer tronaduras y movimientos de tierra que podrían perfectamente provocar cosas como aludes.

Hasta enero, Luksic tenía el 40% de las acciones de Alto Maipo.

El empresario también tuvo los pies metidos en el agua del agua en Antofagasta, el 2015 vendió los derechos del suministro a una empresa colombiana por casi mil millones de dólares (seis veces más caras de a cuánto los compró. El año pasado estuvo involucrado, a través de su minera Los Pelambres, con el desastre de haber dejado a un pueblo entero, Pelambres, en la cuarta región, sin agua. Así tal cual.

Es una combinación peligrosa, convengamos en dos cosas: Luksic es un hombre con intereses políticos más que turbios, su poder para intervenir en la médula del orden social -como lo es poder dejar solamente en Santiago a 5 millones de personas sin agua- es bastante aterrador considerando que puta, no es el personaje más transparente que hay y que dentro de su giro comercial está la compra y venta de favores políticos.

Mientras buena parte del país se deshidrataba y cubría en cebo, Luksic, Dios mio la ironía, se lavaba las manos con agua mineral Perrier vía Twitter:

Hueás muy raras en Puerto Montt

Desde Puerto Montt se dio a conocer casi en directo la noticia de un procedimiento policial tipo Constantine- donde un detective debe luchar contra las fuerzas opuestas del Cielo y el Infierno- porque en una casa las cosas se estaban quemando solas, los platos volaban, los muebles se caían solos y la familia estaba aterrorizada. Incluso los carabineros que asistieron al lugar salieron prácticamente arrancando, según las primeras informaciones publicadas.

Aunque el abogado y teólogo Hugo Zepeda haya calificado el hecho de un fenómeno paranormal de carácter “diabólico”, y que un testigo directo, el cabo segundo Boris Olavarria, dijo que había intentado invocar al Diablo para que se fuera del lugar, y haya algunos videos bastante impresionantes, me declaro medio incrédulo. Repito, aunque el caso es bien impactante, y que por supuesto devoré cada detalle, tengo la impresión de que por lo general los medios tradicionales no enganchan tanto con las noticias del tipo sobrenatural y esta vez sí lo cubrieron con todo. Mediums, curas haciendo exorcismos, psicólogos escépticos, periodistas realizando “vivenciales” en la casa, donde la verdad no pasaba mucho más que unos colchones quemados, conformaban lo que un desconfiado tildaría como un show mediático. Uno grande.

Puta y si lo piensas, las dos opciones que tienes son esas: o es un show mediático, o hay una casa poseída por el Demonio en el sur de Chile. Ninguna de las dos resulta demasiado alentadora. Y tiendo a creer que si el Diablo quisiese estar abriendo un portal del Infierno, lo haría en un montón de casa. No solo en una. En Puerto Montt. ¿O nada que ver?

Un ex Presidente con el lodo hasta el cuello

El escenario donde se dan estos dos hechos, desastre natural, tres muertos, y un montón de gente y emergencia sanitaria, es uno bastante particular desde el punto de vista político, y quizá, si nos ponemos a pensar medio House-of-Cards-mente, bien necesitado de un desvío de atención radical. Sin ir más lejos, el único exorcista oficial chileno apareció hoy diciendo exactamente lo mismo.

Un ex Presidente y muy probablemente candidato a repetirse el plato, Sebastián Piñera, que junto a Luksic, y Paulmann conforman las tres fortunas más grandes de Chile, será imputado en los próximos días el marco del caso Bancard por uso de información privilegiada y negociación incompatible por la compra de acciones de la pesquera peruana Exalmar mientras era Presidente de Chile y se litigaba en La Haya con Perú los derechos de extracción de peces. En corto, Chile perdió y Piñera ganó.

La misma semana, un reportaje de radio Bio Bio, dio a conocer los desconocidos intereses de la familia Piñera en Minera Dominga, que en síntesis, muy en corto también, expone que Piñera, como Presidente, se opuso a la construcción de la termoeléctrica Barrancones pero no por suponer un peligro para el medio ambiente de Punta Choros como todos pensábamos, sino para abrirle camino la minera Dominga, donde tenía varios millones de dólares involucrados. Con la ayuda de su entonces ministro de Mineria, Pablo Wagner- formalizado por apoyar a Penta en la negociación de SQM por los derechos de extracción de litio. el proyecto de Dominga fue aprobado. Pero Piñera vendió su parte poco antes. Se la vendió eso sí a Carlos Alberto Délano, su amigo y asesor, que es, dueño de Penta. La jugada le valió a Piñera una ganancia de casi 7 mil millones de pesos.

A esto se suma que el ex Presidente ad portas de anunciar su candidatura de forma oficial está también imputado en Argentina por el caso coimas de Latam (ex Lan, de ex propiedad de Sebastián), donde se investiga que la aerolínea sobornó a funcionarios del gobierno trasandino para aceitar el inicio de operaciones allá.

Frente a todo esto, Piñera se ha limitado a decir que todos esos hechos no son más que una “canallesca campaña sucia” en su contra por parte de gente “que no conoce la palabra trabajo”.

Mientras le comentaba sobre esto a un amigo, me dijo, según interpreté por su cara y voz como en un 30% broma/ 70% serio: “Si te vas a poner Salfate para tus hueás, por lo menos sácate unas lineas”, porque para mí forma de ver las cosas, lo sucio, lo turbio, lo oscuro va por otro lado. Así que me saqué estas líneas.