Para los millennials el mundo es un lugar enorme que esperan les alcance la vida para conocer. A la generación Z, en cambio, la Tierra les ha quedado pequeña.

Me da mucha vergüenza recordar la primera vez que vi a un niño de 4 años usando un iPad y pensé “la próxima generación va a estar muy perdida”. Ahí me di cuenta que sonaba igual a mi abuela cuando me juzgaba por ver televisión todo el día. Al parecer, está escrito en la evolución humana que todas las generaciones critiquen a las que le siguen, pensando que tendrán un futuro peor por culpa de sus “extrañas” nuevas costumbres.

A mucha gente pasadita de los 25 años le encanta decir que son nativos digitales. Pero la verdad es que la generación nacida desde 1995 (o Generación Z) es la única que tiene el derecho de decir eso. A diferencia de los millennials, que alcanzaron a tener teléfono fijo, ver Video Loco y recién entrando a la adolescencia tuvieron por primera vez acceso a Internet, la Generación Z nació con celulares y tablets en la mano. Los millennials alcanzaron a hacerse amigos en la calle; los Z han podido elegir a sus amistades online antes de conocerlos en persona.

Los millennials fueron criados durante el boom financiero mundial y social de los años 90. Crecieron con la esperanza de que el siglo XXI sería, literalmente, el futuro prometido y que la sociedad dejaría las guerras y las típicas “malas costumbres” atrás, para convertirse así en un mundo ideal. Pero sorpresa: los conflictos armados, las crisis de los mercados y los problemas sociales no solo no han parado sino que incrementan cada año. La inocencia desapareció junto con la fama de los Backstreet Boys. La generación Z, en cambio, ha tenido los ojos bien abiertos desde el inicio. Nada de falsas promesas de un mundo mejor: crecieron en medio de un mundo de guerras y, en otros países, viendo los estragos de la crisis económica que dejó el 2008.

Nuevas personas para mundo nuevo

Para los chicos que hoy tienen 14 años, la legalización de la marihuana, el triunfo del primer presidente negro en Estados Unidos y el matrimonio homosexual no son hitos históricos, sino que forman parte de sucesos normales en la vida. Todos los cambios y derechos que se han conseguido en los últimos años, y a los que a las generaciones anteriores les ha costado acostumbrarse, para los Z son algo natural. Han crecido en un mundo multicultural, inclusivo y liberal, lo que los ha llevado a aproximarse a la realidad de una manera muy diferente. Crecieron en tiempos de otro tipo de crisis, diferente a las del siglo XX, lo que además los ha vuelto más conscientes: la incertidumbre del futuro les provoca ansiedad y sienten la constante necesidad de estar preparados ante cualquier posible adversidad.

Ilustración de Sebastián Brize

“Si Hannah Horvath de Girls es la típica millennial (egocéntrica, dependiente, frustrada de que sus sueños de vida y trabajo difieran tanto de la realidad), Alex Dunphy de Modern Family, papel interpretado por Ariel Winter, representa el Gen Z en su totalidad: consciente, trabajadora, ansiosa y preocupada de su futuro”, cuenta Lucie Greene, la directora internacional del J. Walter Thompson Innovation Group, asociación que ha hecho varios estudios sobre esta generación.

Apertura de mente = apertura de identidades

Esta amplia visión de mundo se desenvuelve en todos los ámbitos de sus vidas y personalidades, incluso en lo que tiene que ver con la identidad sexual. Según un informe elaborado el mismo grupo, solo el 48% de los chicos de la Generación Z se identifica como heterosexual, en comparación al 65 % de los miembros de la Generación Y, o millennials, de entre 21 y 34 años.

@elisebyolsen


Más del 56% de los jóvenes de entre 13 y 20 años conoce a alguien que se refiere a sí mismo con pronombres de género neutro
, en comparación con el 43% de las personas de entre 28 y 34 años, y más de un tercio de los encuestados de la Generación Z también estaban completamente de acuerdo en que el género ya no define a las personas como antes.

La generación autodidacta

Los jóvenes de hoy no escuchan a los adultos, porque estos perdieron credibilidad en el minuto en que no les pudieron explicar cómo funcionaba Internet (y, obviamente, el mundo). Tuvieron que aprender solos a navegar por la web y las redes sociales, y utilizan tutoriales de Youtube para aprender desde maquillaje hasta como bailarSe instruyen más sobre género e identidad sexual en Tumblr que en la vida real. Los adultos se quedaron cortos en las respuestas y solo otros chicos de su edad han podido satisfacer las dudas, llegando a generar sus propios medios, como Tavi Gevinson, o en el caso de Chile, Tangerzine, creado por Sebastián Brize, de 19 años.

Las diferencias se premian, no se esconden, y todos comparten sus dudas con otros jóvenes como ellos de todas partes del globo. Según un estudio realizado por el Huffington Post, “los jóvenes de hoy tienen más en común con otra persona de su edad de cualquier parte del mundo que con un adulto de su mismo país”.

@lilyrose_depp

Pero, a pesar de todas estas distinciones y definiciones, los límites entre generaciones son muy difusos. Algunos estudios indican que la generación Z parte en 1996, otros en 1995 e incluso 2000. Además, estas definiciones son usadas (y están creadas) en su mayoría por estudios de marketing para englobar y entender al público consumidor. Así que sí, todo es relativo. Pero de todas maneras, el año pasado nos dedicamos a investigar en profundidad sobre los Z, por si quieres saber más sobre ellos.