Entrevista por Hernán Melgarejo/ Fotos por Fidel Chung IG para Estudio Opera IG/ Make up por Vicente Leirbag IG

Mariel Mariel está ad portas de un momento clave en su vida. Y no se trata esta vez de una presentación en vivo como la que tuvo en Lollapalooza en 2017. O de un premio como el Pulsar que recibió en 2016 (ocasión en la que denunció –antes del Me Too- que había sufrido de acoso sexual por parte de un profesor de la Universidad de Chile).

Tampoco se trata del lanzamiento del disco sucesor a Foto Pa Ti, de 2015, ni de un anuncio como que vuelva a radicarse a México, país donde desarrolló gran parte de su carrera.

Esto es diferente: está a semanas de tener a su primera hija.

Con siete meses de embarazo, Mariel Villagra sigue en plena actividad artística. A principios de abril lanzó el single “Somos De Piel”, un adelanto de su nuevo disco.

Sin embargo, la maternidad actualmente es su foco y su carrera tendrá una pausa de algunos meses que hace relativa la fecha de lanzamiento de los singles sucesores.

Antes de todo eso, Mariel Mariel habló con POUSTA sobre su maternidad y sobre su ambicioso proyecto La Matria, con el que busca dar visibilidad a las mujeres músicas de Chile.

¿Cómo está influyendo la maternidad en este momento como artista?

Estoy entregada a este proceso que igual está lleno de interferencias. Por un lado está la incertidumbre absoluta de qué va a pasar con mi carrera, qué va a pasar al día siguiente, cómo voy a dormir esta noche. Y por otro lado es un viaje introspectivo alucinante y muy inspirador. Estoy conectada con mi cuerpo físico, cuidándolo, entrenándolo, muy sensible a conversaciones, a la lectura. Nunca he estado embarazada entonces estoy en clases de esto, leyendo y leyendo. Y esto va de la mano de este proceso de sacar música nueva que está trazado y que no lo he querido interrumpir, pero sí me tengo que amoldar a lo que el cuerpo pida y lo que esta guagua me vaya indicando.

¿Has vivido algún nuevo tipo de sexismo por estar embarazada?

Me he encargado de protegerme y de advertir que yo no quiero que me pasen a llevar. No he parado de tocar desde que quedé embarazada. Tuve un verano bien activo, lo pasé bacán. Ahora si he notado socialmente cosas que nos ponen en contradicciones grandes a las embarazadas. He descubierto todo el mundo que tiene que ver con parir y con la violencia obstétrica y he hecho todo lo posible por hacer un camino hacia mi parto alejado de eso. Que nadie me vaya a decir un comentario desatinado, que nadie vaya a ponerme tensa, que se respete mi intimidad.

Has estado alerta entonces…

Estoy consciente. Pero también hay una suerte de derrota silenciosa que tiene que ver con las músicas que somos mamás. Es un hecho que muchas mujeres cuando les llega el momento de ser mamás dejan sus carreras y no vuelven más a los escenarios. Pasa incluso en familias que tienen los recursos económicos, que tienen todas las condiciones para tener una nana y aún así es tan fuerte el estigma que finalmente se abandona la carrera porque es una dificultad mayor. Yo me he protegido pero no dejan de pasarme cosas absurdas día a día.

¿Cómo qué?

Me pasó ahora que fui a México. Estuve todo el verano en Chile con la guata al aire y fui muy feliz. Me gustaba mirarla porque sabía que vendría el invierno que es cuando tendré a la guagua y ahí tendré que dejar de verla porque voy a estar abrigada. Y cuando nos fuimos a México hace un mes hacía mucho calor y yo andaba con mi panza al aire y al segundo o tercer día empezamos a cachar que la gente me miraba con cara de no sé qué. No entendía nada. Empecé a preguntar por las redes sociales y me empezaron a explicar que es algo muy mal visto. En México es muy mal visto ver a una embarazada en la calle. Corta. O allá a veces si te subes a los transportes públicos no te dan el asiento. Acá hay un exceso de amabilidad pero también pasan cosas absurdas. El otro día me quería meter a una escuela de yoga a la que fui mucho tiempo, pregunté con anticipación si podían ir las embarazadas, me dijeron que sí, y cuando llegué a entrenar no me dejaron entrar. Cosas así de absurdas pasan todo el rato.

¿Cómo vienen tus nuevas creaciones? ¿También con Flow latino?

Si, lo trae. Empecé con esto en el disco Foto Pa Ti, el 2013. Ahora lo escucho y digo “oh, qué bacán”. Fue adelantado e influyó a muchos proyectos de música que me gustan mucho. Entonces haber puesto semillas para eso fue bacán y me dejó inspirada para seguir haciéndolo. Trae harto flow. Somos de Piel es la canción que le puede gustar a más personas distintas. Las canciones que vienen son todas más raras.

Una vez dijiste “que Michelle Bachelet perree, no se va a arrepentir”. ¿Le dirías a Piñera que perree?

No quisiera decirle nada. No sé si me saldría decirle algo buena onda. Yo lo observó desde mi lugar. Creo que me interesa más decirle cosas a mi público, a los universitarios, gente que trae ideas nuevas.

La Matria de Mariel

Desde 2017 que Mariel inició junto a Martina, su manager, y Belén, su hermana, uno de sus proyectos más ambiciosos: La Matria. En principio fue una fonda que congregó exclusivamente a proyectos musicales liderados por mujeres. Pero ahora quieren ir más lejos y hacer con el mismo concepto su propio festival en octubre en Valparaíso y en noviembre en Santiago.

“La Matria partió en septiembre de 2017 como una fonda de amigas que estaban aburridas de ir a la típica fonda jote de siempre. Ante la falta de estímulos para salir a disfrutar y bailar quisimos hacer La Matria y empezamos a descubrir que hay mujeres haciendo música urbana, hay mujeres haciendo música tropical, hay proyectos de rap. De hecho queremos hacer una batalla de raperas. Saca un poco de onda cuando te dan la excusa de que no hay mujeres liderando proyectos musicales y que por eso no las invitan y que por eso los carteles de los fines de semana están cargados casi 100 por ciento de hombres”, explica Mariel, quien en sus redes sociales denuncia a los eventos que excluyen mujeres de su cartelera.

¿Qué proyectos musicales de mujeres te encantan?

Melymel, Rita Indiana, Xiomara Fortuna, Rebeca Lane, Sara Hebe.

Y en Chile, ¿Cuál es la escena que te parece más interesante?

La escena de mujeres de diversos estilos que se están congregando en torno a temas de género. Que es lo que me ha tocado ver con la Matria, haciendo micrófonos abiertos donde hemos visto desde salseras, cantantes románticas, reggetoneras, migrantes, no te puedo reproducir lo alentador que fue el 10 de marzo este micrófono abierto en Independencia con este desfile de mujeres. Me gusta Catártica Animal, la Kinética, las Torta Golosa. Eso me inspira más en este momento. Cata Ramos, Consuelo Schuster, la murga Zambacanuta.

¿Qué diferencia hay en la escena de mujeres entre México y Chile?

México se caracteriza por tener exponentes mujeres super fuertes, super personajes e incorporadas. Y acá yo veo que no. Que si hay como una ola femenina es más desde los 2000s acá. No hay exponentes ochenteras o noventeras como Thalía, Paulina Rubio, Alejandra Guzmán, ese tipo de personajes no existen acá por dictaduras y cosas así. Había demasiadas trabas. Violeta Parra hasta donde llegó, chata por tratar de llevar todas sus ideas adelante pese a que no había genialidad como la de ella en el continente. Es única. O Cecilia “La Incomparable”. Ella era una súper estrella y la dejaron caer. Yo peleo por esas cosas, no quisiera que volvieran a pasar cosas así. Depende de nosotras construir las condiciones para hacer entender a nuestros amigos músicos que tienen que indagar un poco más, que parte del profesionalismo de un booker, de un manager, es indagar en esto. Y no porque exista una popera, una rapera, una romántica no se puede más. Somos capaces de generar artistas tan cabrones como la Mon Laferte, pero aquí en Chile (sin el factor México) Mon Laferte jamás habría existido.

¿Paloma Mami crees que ha cambiado un poco esto como fenómeno?

Paloma Mami es gringa. No sé si le iría tan bacán si no tuviera ese plus. Mucha gente de la escena son gente que tiene todos los recursos. En los 70’ y 80’ era otro tipo de esencia la que movía la música en este país, que es algo que no deja de existir. Toda esa generación de canto de protesta y canto nuevo era muy fuerte y venía de las ideas, no venía del recurso. Y creo que es bien injusto que suceda así. Con todo lo que nos cuesta a las mujeres que hay otra traba más: tienes que tener las lucas. Me encantaría que apareciera una personaje como Pablo Chill-E en mujer. Estoy esperando que algo así pase.