Demna Gvasalia huyó de la guerra en Georgia y se mantuvo por años como refugiado, para más tarde llegar a la cúspide de la moda mundial. Él es el responsable de las “Paris Sneakers”, la nueva edición rasgada, sucia y vieja que lanzó la marca de lujo. ¿Será esta una representación de una historia, una romantización de la pobreza o solamente una estrategia para viralizar contenido? Aquí te damos algunos detalles para que saques tus propias conclusiones.
Diversas críticas se llevó la marca Balenciaga esta semana, tras el lanzamiento de su nueva línea de zapatillas “Paris Sneaker”. Los nuevos diseños parecen como si fueran zapatillas antiguas con mucho uso, ya que la tela parece rasgada, su suela gastada y la marca escrita como en lápiz. Según dijeron en un comunicado “están destinadas a ser usadas toda la vida”.
La firma de lujo informó que el precio de las zapatillas sería de US$1.850, monto superior al millón y medio de pesos chilenos. Además de que solo se harían 100 pares, connotando la altísima exclusividad del modelo.
Sin embargo, la publicación causó un gran desconcierto en redes. Diversos usuarios criticaron el lanzamiento en la publicación del diseñador principal de Balenciaga, Demna Gvasalia.
“Acabo de ver a un vagabundo usando zapatos idénticos como esos pero sé que los venderá porque es Balenciaga”, comentó uno. Y en el mismo tono, también dijeron que “es muy divertido lo mucho que la gente con dinero quiere verse pobre en estos días”.
Aunque no todo fueron críticas. “La gente necesita entender que esto es arte con un mensaje y no pretende ser un producto útil”, se lee en otra respuesta. ¿Será esto cierto? Para ayudarte a buscar una respuesta, creemos necesario saber quién es la cabeza tras esta invención.
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Desde 2015, el director creativo de Balenciaga es Demna Gvasalia. Nació en Georgia en 1981 bajo dominio de la Unión Soviética y a sus 12 años pasó a ser refugiado tras escapar de la guerra. Más tarde estudió economía internacional en la Universidad de Tbilisi -capital de Georgia- y después se mudó a Bélgica para obtener su maestría en diseño de moda de la Real Academia de Bellas Artes en Amberes.
Sin embargo, ser refugiado lo marcó y es algo que intenta transmitir en sus colecciones . En la Semana de la Moda de París, en marzo de este año, hizo un homenaje a los refugiados, y dijo después en un comunicado que “me he convertido en un refugiado para siempre (…) es algo que se queda con nosotros. El miedo, la desesperación, la comprensión de que nadie nos quiere”.
Aunque fue designado en Balenciaga prácticamente siendo un desconocido, ha impulsado a la marca a un crecimiento explosivo. “En 2019, sus ingresos superaron los US$1.000 millones y fue considerada una de las tres primeras compañías en The Lyst Index, un ranking trimestral de las marcas y productos de moda más populares”, sostiene la BBC.
Además, según recoge la cadena británica, el público objetivo de Balenciaga estaría claro para Gvasalia. Indican que la generación millenial representa el 65% de sus clientes. Por eso, es un frecuente creador de contenido para Instagram y se preocupa de hablarle siempre a los jóvenes.
Para Katy Lubin, vicepresidenta de comunicaciones de Lyst, el diseñador georgiano sería “el gran maestro de los memes de moda”, lo que provoca “un enorme aumento en las páginas vistas de las piezas más experimentales de Balenciaga a medida que se vuelven virales”.
¿Crees que las zapatillas podrían representar algo como el desgaste de huir de la guerra y mantenerse años como refugiado? O tal vez nos estamos adelantando. Lo cierto, es que Balenciaga lo hizo de nuevo y logró que todo el mundo se enterara de su lanzamiento.