Hace un tiempo te contábamos de la batalla legal y mediática iniciada por Mia Khalifa contra la industria pornográfica.
En resumen el cuento es que Mia Khalifa, que hoy tiene 27 años, asegura haber firmado un contrato injusto, explotador y lleno de triquiñuelas a los 21 cuando accedió a grabar unas escenas de porno.
Por supuesto en el momento ni ella ni la productora Bangbros tenían idea que el nombre y la imagen de Mia Khalifa se transformarían en un ícono pop y en uno de los nombres más buscados en los sitios XXX hasta el día de hoy. Entonces por un lado Mia dice que le pagaron una miseria y que siguen lucrando con sus imagenes y por otro ha pedido mil veces que bajen sus escenas porque la cuestión le arruinó la vida y hasta el día de hoy sigue en terapia porque le cuesta hasta salir a la calle y tener un trabajo normal le ha sido imposible.
Hoy en día se ha transformado en el rostro de la pelea contra el porno tradicional y su industria explotadora y abusiva y ha manifestado que aunque sabe que está peleando contra Goliat prácticamente insiste en que también busca que las jóvenes se la piensen dos veces antes de incursionar con ese tipo de productoras y sitios.
Además rehizo su vida como comentarista deportiva e influencer foodie.
https://www.instagram.com/p/CCNZKvqJ2F0/
Los detalles de su testimonio y experiencia te los contamos acá.
El tema es que hace poco, y como ya se ha hecho costumbre, los otaku y tik tokers, que se han convertido en el principal grupo activista digital (han peleado contra los racistas y contra Trump por ejemplo), decidieron ayudarla y lo que hicieron fue bombardear los sitios porno con contenido kpop las búsquedas asociadas al nombre Mia Khalifa para que sus videos quedaran prácticamente ocultos. Si funcionó bien o no es difuso de saber pero al menos el tema volvió a hacer el ruido suficiente para que Mia volviese a ser invitada a medios y podcasts a hablar del tema hasta que su contraparte finalmente se dignara a responder.
La productora Bang Bros lanzó un “comunicado” donde desmienten las afirmaciones de Mia desde los montos a la cantidad de tiempo que ella dice haber trabajado con ellos y otras productoras.
Es un caso que ha remecido a una de las industrias que más dinero mueve en el planeta y que incluso ha llegado a hacerse espacio en la prensa tradicional.
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