Mientras tanto, Juan Guaidó se reunió con el gobierno de Trump, que le dio el apoyo “en un 100%”.


El sábado 23 de febrero será recordado en la historia latinoamericana como uno de los más tensos dentro del último siglo. Venezuela, país dividido entre los discursos de desabastecimiento e intervención militar extranjera, no vio ganadores en un fin de semana que pretendía ser el inicio del fin para la situación que vive la república bolivariana.

Juan Guaidó no logró que la ayuda internacional cruzase la frontera, y se reportaron al menos 4 muertos y 300 heridos. Se reportaron también quema de camiones con ayuda humanitaria y se discute respecto de la autoría del hecho. Mientras la versión oficial primero apuntó a las fuerzas de Maduro, durante el desarrollo de la jornada aparecían versiones que hablaban de auto atentado.

También se informó de que 150 soldados desertaron del ejército cruzando la frontera hacia Colombia, algo que el presidente interino Guaidó calificó como una “victoria”.

El evento organizado por Maduro “Hands Off Venezuela” contó con la presencia de poco alrededor de 5 mil personas según consignó la agencia Sputnik, versus las 300 mil que tuvo la convocatoria del “Live Aid” donde estuvo presente el presidente Sebastián Piñera junto a una decena de artistas.

Lo peor, es que una intervención militar se va a la vista, y esta semana las esperanzas de una solución pacífica parece no tener puerto mientras la violencia escala.

Una muestra de esto es que el presidente encargado o autoproclamado de Venezuela ya se juntó con el gobierno de Estados Unidos y no hay que ser adivino para saber qué significa esto. Solo un poco aterrador. Trump le mandó un mensaje: “Estamos contigo 100%”. Estados Unidos es uno de los principales compradores de petróleo venezolano del mundo, junto con China (ojo ahí) e India.

Frente a la situación, Michelle Bachelet -quien fue increpada indecentemente por el cantante Miguel Bosé en la frontera con Cúcuta y luego pidió disculpas- se refirió al tema llamando al freno de la situación por parte del gobierno de Nicolás Maduro:

El texto publicado por Naciones Unidas, a continuación:

La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos Michelle Bachelet condenó el domingo los hechos violentos tanto en diversos puntos de las fronteras de Venezuela con Colombia y Brasil, como en el interior del país. En particular, Bachelet condenó el uso excesivo de la fuerza empleado tanto por las fuerzas de seguridad venezolanas, como por grupos pro-gubernamentales armados que tuvieron como resultado al menos cuatro muertos y más de 300 personas heridas el viernes y el sábado.

“Se ha disparado a personas y algunas han muerto, hay quien ha recibido heridas de las que nunca se recuperará, incluyendo la pérdida de un ojo”, dijo Bachelet. “Estas son escenas deplorables. El Gobierno venezolano debe obligar a los cuerpos de seguridad a dejar de emplear el uso excesivo de la fuerza contra manifestantes desarmados y ciudadanos comunes”.

Bachelet dijo que ha recibido informes de varios incidentes violentos -en algunos casos prolongados- en diferentes puntos de las fronteras con Colombia y Brasil vinculados al bloqueo por parte de las fuerzas de seguridad de la asistencia que se dirigía hacia el interior de Venezuela a través de fronteras cerradas.

La Oficina de la Alta Comisionada también recibió varios informes que apuntan al involucramiento de grupos armados pro-gubernamentales en los ataques violentos en contra de manifestantes, y Bachelet urgió al Gobierno a “frenar a estos grupos y arrestar a aquellos que utilizaron la fuerza de manera ilegal en contra de manifestantes. El uso de fuerzas paramilitares o parapoliciales tienen una larga y siniestra historia en la región,” añadió Bachelet. “Y es muy alarmante verlas operar de manera tan clara en Venezuela. El Gobierno puede y debe frenar que estos grupos sigan exacerbando una situación ya de por si altamente inflamable”.