Una noticia probable para un país improbable.

No hay otra forma de describirlo.

Esta semana nos enteramos de la siguiente noticia. Una profesora llamada Yohana Agurto (las primeras notas daban la impresión de que era una señora mayor, maestra de una escuela rural, pero luego se aclaró que se trata de una profe universitaria de Educación Diferencial con un master en Neurociencia) que como miles de personas en este país había quedado sin trabajo producto de la pandemia, como plan de emergencia empezó a vender miel (¿Quién no conoce a alguien que venda este milagroso superalimento?).

foto: David Velásquez/ LUN

La diferencia sideral se dio por un ingenioso motivo.

A Yohana y su pareja se les ocurrió la simplemente genial idea de ponerle Miel Gibson a su producto. Esto, si bien sigue una histórica tradición latinoamericana de humor, con ejemplos tipo Gym Morrison o Bar Sinson y un millón de ejemplos más, tuvo un giro de eventos bastante insospechado.

No es primera vez que pasa. Recordemos cuando Elijah Wood fue informado de un local de completos llamado “El Señor de los Completos”.

La diferencia fue que Frodo se lo tomó con bastante humor.

Porque lo que ya sabes, a menos que vivas completamente fuera de Internet (lo que haría poco probable que estés leyendo esto), es que los abogados de Mel Gibson le escribieron un amenazante mail a Yohana para forzarla a dejar de usar el nombre y la imagen del actor.

De ahí para adelante, el caso se transformó en tema país y como era de esperar la avalancha de memes se hizo infinita y el trolleo a Mel Gibson fue solo comparable a cuando la barra tuitera se le fue encima a Adam Levine de Maroon 5 por su displicente concierto en el Festival de Viña (el cantante incluso se vio obligado a hacer un video pidiendo disculpas, probablemente para que le dejaran de inundar su Instagram con insultos.)

La anecdótica noticia, sobre la cual te contamos todo acá fue tan viral que llegó hasta al mismísimo New York Times y de rebote a la cadena ABC (en estricto rigor es la misma nota, escrita por una corresponsal de la cadena Reuters).

El tema incluso salió en la televisión francesa:

El final de todo esto, afortunadamente, ha sido calificado por ingeniosos colegas como “dulce”. Y es que tras el revuelo internacional de la noticia, los abogados de Mel Gibson se volvieron a contactar con Agurto para decirle que ok, que estaba todo bien, pero que solamente sacara el logo de William Wallace (personaje de Gibson en Corazón Valiente).

“Yo nunca sentí miedo a perder la pyme, sentí miedo a verme envuelta en algo legal que no supiera cómo resolver y que eso significara poner en riesgo la integridad de mi familia”, explicó aliviada la profesora a Mega. Ahora su desafío probablemente va ser dar abasto con la cantidad de pedidos que recibirá.

Twitter lo hizo nuevamente, chiquillada.