El nombre de estos artefactos de guerra hace alusión a un diplomático de la Unión Soviética con ese apellido, quien dijo en un programa de radio durante la Guerra del Invierno que sus tropas daban “suministros y alimentos” en el territorio de Finlandia. Frente a esto, un grupo de soldados europeos quiso destacar sus gestiones, aunque de manera sarcástica.

Tanto en la guerra como en protestas alrededor del mundo: los cócteles molotov han sido un elemento presente en los enfrentamientos desde que se crearon en los tiempos de la Unión Soviética, debido a la simplicidad con que se pueden armar a partir de materiales que suelen estar disponibles a bajos costos.

Y precisamente, su nombre hace alusión a la identidad del ruso Vyacheslav Mikhailovich Molotov, quien se desempeñó como ministro de relaciones exteriores de la URSS en dos periodos, entre 1939 y 1949, y entre 1953 y 1956.

Nació en 1890 en una familia de clase media y desde 1906 participó activamente en el Partido Socialdemócrata de Rusia, el cual después se convirtió en el Partido Comunista de la Unión Soviética.

Según los archivos académicos del Centro Wilson en Estados Unidos, los cuales fueron revisados por el medio británico BBC, colaboró con Vladimir Lenin y Joseph Stalin en la revolución de 1917, la cual marcó la salida de la dinastía zarista del poder y el ascenso de la República Socialista Federativa Soviética (RSFS).

Tras el inicio de ese periodo, ocupó un rol activo en el partido, hasta el punto en que se desempeñó como secretario del Comité Central y asumió la dirección del Comité en su sede de Moscú, capital de Rusia. 

Fue ahí cuando, según los informes citados, participó activamente en la persecución de opositores al bloque político, quienes estaban en contra de las gestiones de Stalin. 

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Entre las acciones más recordadas por los historiadores a lo largo de su trayectoria, se encuentra el pacto Molotov-Ribbentrop que firmó el 23 de agosto de 1939, un tratado para acordar la no agresión entre la Unión Soviética y la Alemania nazi comandada por el dictador Adolf Hitler. 

Ese mismo año, el 1 de septiembre, las tropas nacionalsocialistas iniciaron una invasión militar en el territorio de Polonia, acto que inició un periodo que hoy es conocido como la Segunda Guerra Mundial. 

Solo dos meses después, el 30 de noviembre, los soviéticos iniciaron la Guerra del Invierno, conflicto en el que entraron con su arsenal a las tierras de Finlandia. Y precisamente, fue ahí cuando los cócteles molotov empezaron a ganar popularidad en los conflictos armados.

Según el libro A Frozen Hell: The Russo-Finnish Winter War of 1939-1940 (2018) del historiador William Trotter, fueron los soldados finlandeses quienes bautizaron a estos artefactos con ese nombre.

En un programa de radio durante ese periodo, Vyacheslav Mikhailovich Molotov negó que sus tropas lanzaran bombas en Finlandia, sino que más bien dijo que les daban “suministros y alimentos”

Al percatarse de esto, los soldados de ese país europeo empezaron a llamar, de manera sarcástica, “cestas de picnic molotov” a estos artículos de guerra, en alusión al diplomático de la Unión Soviética.

Si bien, en ese momento histórico recibieron aquel nombre, estos artefactos como tal ya existían desde antes. De hecho, diversos historiadores han alertado que existen registros de su uso en conflictos como la Guerra Civil de España que se desarrolló entre 1936 y 1939.