Si la temperatura de invierno de la zona llegase a subir 2º C, su único animal nativo de este tipo corre el peligro de extinguirse, debido al calentamiento global. En el caso de otros invertebrados de la Antártida, esta posible alza de la temperatura también tendría efectos devastadores y a corto plazo.

En el hemisferio norte recién se está entrando al verano, pero un grupo de científicos ya prevé un invierno más cálido que podría poner en peligro la supervivencia del mosquito conocido como Belgica antarctica.

Desde la Universidad de Kentucky se publicó un estudio en la revista Functional Ecology que evaluó cómo las larvas del insecto podrían sobrevivir a tres diferentes escenarios de temperatura.

Este mosquito antártico no vuela ni vive cerca del agua, como el resto de los que se encuentran en zonas templadas. En su caso, se desarrolla en bolsas húmedas de la tierra de la zona y hábitats como musgo vivo y materia orgánica en descomposición.

La respuesta del mosquito, que tiene un ciclo de vida de dos años de los cuales pasa la mayor parte como larva, se vio afectada en ámbitos como supervivencia, reservas de energías y actividad locomotora. En el caso del segundo factor, si las larvas llegan a gastar sus reservas en el invierno, podrían terminar en extinción.

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Por otro lado, el daño tisular y proteico no vio mayores diferencias entre las temperaturas, que fueron de -1ºC, -3ºC y -5ºC.

Con esta posibilidad de extinción, también se podría generar una amenaza para la cadena alimenticia del continente del polo sur. “Nuestros resultados sugieren que el continuo calentamiento invernal en la península antártica puede afectar negativamente a los invertebrados adaptados al frío y sus comunidades de suelo asociadas”, concluyó uno de los especialistas.