En noviembre del año pasado, la diputada alcanzó la fama máxima al protagonizar en evidente estado de ebriedad un escándalo en un bar, donde en pleno horario laboral, agredió a una trabajadora, le refregó una boleta en el rostro, la insultó, le echó encima su condición de diputada y se negó a pagar.
La continuación del día nadie la sabe pero el final de esa jornada lo reveló Joaquín “estás para contarte un secreto” Lavín diciendo que personal de seguridad ciudadana la recogió inconsciente desde la calle.
Luego de esto, la trabajadora se querelló en su contra, y hoy la parlamentaria se enfrenta al TC para no ser desaforada.
“Quiero expresar mis más sinceras disculpas públicas al personal que me atendió aquel día. Hace un año que me encuentro con tratamiento médico. Es cierto, nada va a reparar el daño causado. (…) Como todo ser humano también cometo errores, y espero que ustedes sepan comprenderme”, se disculpó entonces la parlamentaria.
En marzo de este año, la Comisión de Ética de Diputadas y Diputados la sancionó con una multa al 10% de su dieta con motivo del desafortunado episodio en Irish Geopub de Vitacura.
Sin embargo, el 29 de abril, el mismo organismo cambió el castigo pecuniario a Leuquén, y lo rebajó a la mitad, con sólo un 5% de rebaja de su sueldo, por un mes.
Esto es algo así como 450 mil pesos, lo que para alguien que gana casi 10 millones…
Pese a haber pedido disculpas y haber asumido su error, la diputada de RN interpuso un recurso de reposición para evitar la sanción en su contra.
La rebaja contó con los votos de María José Hoffmann (UDI), Karin Luck (RN), Bernardo Berger (RN), Jaime Bellolio (UDI), Juan Luis Castro (PS), Javier Macaya (UDI), Vlado Mirosevic (Liberal), Maite Orsini (RD), José Pérez Arriagada (PRSD), Pablo Prieto (Independiente), Guillermo Teillier (PC) y Víctor Torres (DC).
Simultáneamente, la parlamentaria enfrenta otro juicio, esta vez frente al Tribunal Constitucional, ante el cual intenta evitar que se le quite el fuero parlamentario y así no tener que enfrentar la querella de Katherine Contreras, la mujer agredida por la diputada en el bar, quien tomó acciones legales en la Corte de Apelaciones de Santiago.