Gracias Netflix.


Las críticas hacia Bird Box, película protagonizada por Sandra Bullock, apuntaron a sus evidentes similitudes con “A Quiet Place”, producción post apocalíptica donde sus protagonistas eran atacados por criaturas de otro mundo frente al menor ruido existente.

Las comparaciones no evitaron que la película se convirtiese en un éxito a fines del año pasado, llevando a Bullock de vuelta a una zona mainstream que no disfrutaba desde que protagonizó “Miss Simpatía” hace casi dos décadas.

Pero ¿Qué tiene que ver esta comparación con Muñeca Rusa?  

En primer lugar, el trailer nos deja ver cómo una chica muere y revive durante repetidas oportunidades para encontrarse de vuelta en su fiesta de cumpleaños. Quizás no te suene familiar por la poca repercusión que “Happy Death Day” tuvo en América Latina, pero esta película de terror mezclada con humor negro tiene la misma premisa: una chica es asesinada en su cumpleaños repitiendo la situación hasta descubrir al artífice de su asesinato.


Sin embargo, la aceptación del público frente a Bird Box/A Quiet Place y Muñeca Rusa/Happy Death Day, señala que se puede caer en la misma fórmula sin recurrir al plagio (si se maneja de forma inteligente y con un trasfondo diferente frente al discurso argumentativo).

La serie de Netflix contiene tantas metáforas como las matrioshkas rusas que venden desde hace siglos, porque el viaje del personaje principal para dar sentido a su vida diluye en un proceso de aceptación y deconstrucción acongojante.

Natasha Lyonne -conocida por su participación en Orange is The New Black- lleva la trama de forma única y difícilmente otra persona en lugar de ella podría interpretar a Nadia Vulvokov.

Su humor negro, los llantos, la desesperación y la empatía que genera en la audiencia, nos convencen desde el primer capítulo en una trama que nos habla sobre lo muertos que podemos estar en vida, teniendo el deceso físico como una metáfora hacia la falta de pasión con la que vivimos el día a día gracias a traumas y angustias que escondemos durante décadas.


Sin ánimos de spoilers -porque la serie es lo suficientemente corta como para ver durante una tarde- te contamos que los hechos se desarrollan en Nueva York, otrora capital de los sueños por cumplir pero que se ha transformado en un nicho hipster e individualista donde todos intentan sobrevivir mediante el consumo de drogas sintéticas y comida rápida pedida de madrugada. Es necesario agregar también la existencia de ganchos y señales imperdibles que te dejan con ganas de saber más, así que no pestañees: en los detalles se encuentran varias respuestas.

Con 25 minutos de duración por capitulo y 8 episodios, Muñeca Rusa te dejará satisfecho; no requiere de mayor esfuerzo y tiene un efecto tan atrapante como ocurrió con Hill House el año pasado. Ponte cómodo, y no te sientas mal cuando termine, porque al parecer se han confirmado otras dos temporadas posteriores.