Namuel, L’enfant terrible del pop chileno: “Mi existencia sin filtro ya es un acto de activismo”

Hablamos con Namuel sobre Shakira, Bjork, cómo es ser artista en una familia de ingenieros, lidiar con los insultos en la calle y la ansiedad que le provoca trabajar completamente solo.


Namuel es el nombre artístico de Manuel Granic, músico y ex tecladista de Javiera Mena. A sus 24 años ya tiene dos discos: Noche Polar (2013) y Folclórico (2015). Hace un mes lanzó el video de Maldita Ingenuidad, el primer single de su próximo disco a lanzarse el 2017. A través de un pop desenfrenado y nostálgico, Namuel habla sin miedo de amores prohibidos (y no correspondidos), de la adolescencia y de afrontar la adultez, como sea que se pueda.

¿En qué momento decidiste dedicarte solo a la música? ¿Tuviste apoyo de tu familia?

“Desde que tengo 15 años he tocado en bandas y me he movido en el ambiente de la música. Cuando tenía 18 años y estaba en primer año de periodismo sufrí una crisis vocacional que me dejó muy incapacitado de ser funcional porque siempre sentía que perdía el tiempo ahí. En mi familia me sentí un poco juzgado porque estoy rodeado de ingenieros, y todos creían que estaba como perdido. Con los años me he ganado un poco de credibilidad con mis logros, aunque igual hasta el día de hoy es como “¿oye cual es tu plan b?” muy en tono de “obvio que esto no te va a durar mucho tiempo más” y viene de todo el mundo, pero mi burbuja creativa aún no explota”.

¿Cómo es el proceso de creación musical? 

“Una de mis inspiraciones musicales más grandes es Shakira, el primer disco que tuve fue suyo (Grandes Éxitos, 2000) y me aprendí religiosamente cada canción. Ese fue como mi primer coqueteo con la música a los 8 años, y luego encontré un disco súper viejo de Björk (Debut, 94) con el que estuve obsesionado por muchos años. Con ese empecé a desglosar la música y a escucharla por capas. El proceso para hacer letras es solo cuando me agarra la inspiración, y siempre es cuando estoy en medio de alguna actividad y no en mi casa, ahí se me ocurre alguna rima o concepto y lo anoto en las notas de mi celular”. 

¿Qué temáticas buscas plasmar en tus canciones?

“Uno de los temas que más estoy tocando en la música últimamente es cómo lidiar con la transición de niño a adulto. Es un cambio que a mí a los 24 años aún me parece difícil y no logro adaptarme al 100%; lidiar con relaciones tóxicas, depender del trabajo, decepcionarse de gente que estuvo a tu lado toda la vida, ilusionarse de extraños”.

¿Te sientes como un activista LGBTIQ?

“Nunca me vi a mi mismo como un activista hasta que caché que mi existencia sin filtro ya es un acto de activismo. El hecho de no hacerme el hetero en mis vídeos (al contrario de la inmensa mayoría de los músicos de mi edad que están comenzando sus carreras) es un aporte súper grande porque la visibilidad en este momento es ridículamente inexistente”.

¿Cómo ves la situación de los jóvenes homosexuales en este país? ¿Vamos avanzando, retrocediendo o estamos más estancados de lo que creemos?

“Me encanta pensar que estamos avanzando, es súper importante tener esperanzas en el futuro pero cuando cada vez que sales a la calle sufres de acoso y hostigamiento uno se cuestiona todo. O sea yo creo que he tenido suerte que lo único que me pasa es que me insulten y si eso es sinónimo de tener suerte en este país encuentro que nuestra realidad es bastante triste y violenta”.

¿Cómo ves el escenario del pop chileno en la actualidad?

“Lo veo como la mesa de las plásticas en Mean Girls, porque es difícil entrar a la escena. Es súper chica y proponer nuevos nombres cuesta mucho más porque desordenas este orden perfecto que lleva sucediendo hace un par de años, pero veo venir una nueva ola. Hasta ahora se escuchan una y otra vez los mismos nombres, pero somos toda una generación de gente de 20 y tantos que estamos haciendo cosas, así que es inevitable que surjan nuevos rostros y una nueva escena. Una banda nueva que descubrí hace poco porque tocamos en la misma fiesta es Disket, acaban de sacar un EP y está muy fresco y bacán el sonido.

¿Cuáles serían tus consejos para los jóvenes que están partiendo en la música?

“Hay que acostumbrarse a que la gente va a sentirse en el derecho de criticar todo lo que haces, dices, cómo te ves y qué decides o no compartir con el mundo. Al hacer pop todo el mundo se vuelve un crítico de tu trabajo y a mí personalmente aún me cuesta lidiar con eso. Las comparaciones, “plagios”, el anon hate llega todos los días y se acumula”.

¿Cuál ha sido la experiencia más desagradable de acoso o maltrato al respecto que has sufrido?

“He tenido una cuenta dedicada a acosarme a través de Instagram y Twitter hace como 5 años ya, al punto que me da un poco de miedo. Por el lado presencial, siempre que te presentas en cosas masivas (por ejemplo una marcha) van a haber cosas desubicadas gritadas desde el público, como “gordo” “pasiva” etc. pero a estas alturas estoy muy acostumbrado a ese tipo de cosas”.

¿Cómo lidias con la ansiedad?

“No lidio con la ansiedad: desde que saqué el último video subí casi 10 kilos”.

 ¿Y qué te tiene tan ansioso?

 “Tengo tanto trabajo que hacer que no sé por dónde empezar o qué abarcar primero. La autogestión me da una ansiedad terrible”.

 ¿Eso es lo peor de ser solista y estar a cargo de tu propia carrera?

 “O sea me encanta tener 100% de control creativo, pero es difícil hacer llegar mi mensaje más allá haciéndolo solo. Para llegar a donde estoy hoy fueron años de trabajo previo”.

¿Y sientes que ese trabajo ha rendido frutos?

“Hay días en que siento que sí, pero en este mismo segundo siento que hago obras maestras que por culpa de una mala gestión no están llevando a cabo la dominación mundial que podrían lograr”

¿Qué crees que podrías hacer para que alcancen el reconocimiento que merecen?

“Falta tiempo. Creo que las cosas se demoran en pasar y mi tiempo aún no es. El trabajo se está haciendo y las cosas están pasando igual”.

¿Cómo ha evolucionado tu sonido desde tu disco Folclórico?

 “Folclórico era mucho más inocente y “víctima” del mundo, ahora las temáticas son más de pasar de víctima a victimario. Por ejemplo “Maldita Ingenuidad” trata de como “nunca aprendí a ser amado y no me puedo acostumbrar” por ende voy a terminar haciéndote daño, pero sin ignorar que viene de un trauma pasado”.

 ¿Qué tienes planeado para el 2017?

“Mis planes son tocar por primera vez en ciudades en las que nunca he estado antes (La Serena, Puerto Montt), sacar mi álbum debut el segundo semestre del año y previo a eso tengo un par de singles como adelantos para que el flujo de material no pare”. 

Puedes encontrar a Namuel en Spotify

 

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