El alimento está volviéndose uno de los productos favoritos de los traficantes que trasladan cocaína desde Latinoamérica a Europa. Aunque se utiliza como escondite por estas bandas, existen motivos más profundos que se esconden detrás de la estrecha relación entre los plátanos y la cocaína.
En los últimos meses, los paquetes con bananas se han vuelto uno de los elementos favoritos de los narcotraficantes que trasladan kilos de cocaína desde Latinoamérica al extranjero.
Durante la semana pasada, autoridades del Reino Unido alertaron que en un puerto de Essex se encontró media tonelada de cocaína al interior de un envío de plátanos, cuyo origen era Colombia.
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Por otra parte, en junio se identificaron ocho toneladas de cocaína que permanecían en un cargamento de bananas provenientes de Colombia. El hallazgo sucedió en un puerto de Setúbal, en Portugal.
Y el mismo mes, en la costa inglesa de Kent se descubrieron 1,2 toneladas de la misma droga en cajas de plátano que habían sido exportadas desde Costa Rica. Así, más situaciones de esta índole se han presentado en otros países de Europa.
Pero, ¿por qué se ha estrechado tan fuertemente el vínculo entre la cocaína y las bananas?
La respuesta es una sola: los dos artículos tienen como origen Latinoamérica y son altamente valorados por los habitantes de Europa. En el caso del Reino Unido, es el país europeo que más consume plátanos y es el séptimo a nivel mundial que más importa este alimento.
También aquel país es un asiduo consumidor a la cocaína, por lo que el gasto anual en polvo y roca de cocaína alcanza los 3.200 millones de libras esterlinas.
Tony Saggers, experto en crimen organizado e inteligencia de drogas, señaló a Vice que “los plátanos y la cocaína son del mismo origen regional y ambos son consumibles de alta demanda en el Reino Unido”.
Bajo ese contexto, para Saggers “tiene sentido utilizar la presencia legítima de uno para cubrir y ocultar al otro, hacia los mismos puntos de entrada y mercados. Los traficantes sabrán que cientos de envíos de banano se embarcarán en viajes con destino al Reino Unido y, en cierta medida, jugarán con la ley de los promedios en términos de interrupción”.
Sin embargo, eso no es todo. Expertos indican que habría más razones detrás para que los plátanos se hayan vuelto el escondite preferido de los narcotraficantes de cocaína.
“Primero, la principal región productora de banano de Colombia, Urabá, alberga a la organización narcotraficante más poderosa del país, los Gaitanistas, al igual que el puerto exportador de Turbo”, explicó a Vice el codirector y cofundador de Insight Crime, Jerry McDermott.
Según el experto, la segunda razón se vincula con que al ser productos perecederos, los plátanos tienen que pasar por los puertos rápidamente, lo que produce un apremio sobre las autoridades de Aduanas de cada país.
La tercera razón obedece a que “las bananas deben transportarse en contenedores refrigerados, que son perfectos para esconder la cocaína, ya sea en las unidades de refrigeración o en las paredes más gruesas”, sostiene McDermott.
Si necesitas ayuda respecto al consumo, puedes contactarte con el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA) a través del número 1412. Para más información, puedes visitar su sitio web haciendo click aquí.