El funeral duró días e incluyó una procesión viajando con el féretro desde Conchalí a Chillán; tiros al aire viajando a 340 metros por segundo al cielo y bajando a la misma velocidad dejando de una pieza a los vecinos de la población Santa Inés; reggaetón gangsta de Farruko sonando sin parar y un féretro que llegó hasta el patio de la cárcel de mujeres.
Ni siquiera un funeral de Estado ha contado con tanta parafernalia; la verdad, es que varias celebridades de antaño habrían envidiado la masiva despedida de Bastián “Pollito” López, un joven supuestamente narcotraficante de 19 años que murió acribillado en la puerta de su casa tras un ajuste de cuentas con una banda rival.
Los periodistas que llegaron a la zona, al igual que policía y fuerzas especiales, no pudieron hacer más que ser meros espectadores de un ambiente donde se disparaban metralletas, se lanzaban fuegos artificiales y se lloraba a un joven que en su corta vida, marcó a cientos de personas por razones que todavía no han podido ser esclarecidas.
El ataúd de “El Pollito” cruzó diversas regiones de Chile para llegar hasta el patio de mujeres de la cárcel de Chillán, lugar donde su madre se encuentra condenada por transportar dos kilos de marihuana y cocaína desde Santiago. Esta intromisión nunca antes vista, fue permitida por las autoridades del lugar.
Las metralletas, pistolas y diferentes artefactos se disparaban a un costado de carabineros, que nada pudo hacer para contener la situación. Este narcovelorio de proporciones mesiánicas demostró que la seguridad pública no actúa de igual forma cuando se trata de reprimir manifestaciones sociales que cuando se trata de controlar a grupos armados.
La subsecretaria de Prevención del Delito, Katherine Martorell sostuvo que “Lo peor que hemos visto en estos días es es esa sensación de impunidad”.
“Aquí tienen que meter militares. Los carabineros no se la pueden con ellos. No podemos dormir con los balazos, los fuegos artificiales al aire. Esto ya es tierra de nadie”, dijeron anónimamente algunos de los vecinos para diferentes programas de televisión.
“Este es un tema que tiene que ver con una problemática país, que se está viviendo en todas las comunas de la Región Metropolitana. Llamamos al gobierno a generar los protocolos necesarios que pongan término a este tipo de complejidades que amenazan diariamente la tranquilidad y bienestar de nuestros vecinos” sostuvo el alcalde de la comuna, René de la Vega. Si, el mismo que cantaba Chica Rica y que era como un cosplay de Elvis versión Chile dosmilero.
Los carabineros eran repelidos por los familiares del joven que, pese a ser sindicado como parte de una red de traficantes, no contaba con antecedentes penales. La televisión pudo capturar cómo los narcovelorios se han convertido en una especie de carnaval del capitalismo tardío que las fuerzas especiales no pueden ni saben cómo controlar.