Son dos ocasiones en que la institución espacial ha tenido que postergar el lanzamiento de la misión de Artemis I hacia la luna. Sin embargo, no son pocos los factores que deben tener en cuenta desde la NASA para concretar el despegue del cohete SLS.

A pesar de que la misión Artemis I de la NASA es una de las más relevantes que ha impulsado la institución espacial en los últimos años, no ha sido nada fácil el proceso que han tenido que sobrellevar para concretar el despegue.

Ya van dos ocasiones en que la misión del cohete SLS, que tenía por objetivo llegar hasta la Luna, ha sido cancelada en los últimos momentos antes de la partida.

La última vez en que se postergó la salida de la misión fue el 3 de septiembre, cuando una fuga de hidrógeno líquido habría complicado el panorama. 

“La seguridad es lo primero de la lista”, dijo en ese momento el administrador de la NASA, Bill Clinton.

Además de los problemas técnicos, la demora de esta importante misión para la NASA también se debe a la posibilidad de que haya movimiento en la zona del lanzamiento y verificar que la hora y día del despegue sean adecuados.

Foto: NASA.

Ese último factor es sumamente esencial en este proceso. Solo hay periodos específicos en días determinados en que el cohete puede ser impulsado, ya que hay momentos en que la luna y la tierra se alinean casi perfectamente para un lanzamiento.

De hecho, el último intervalo de tiempo en que Artemis I podía despegar culminó el 6 de septiembre. Ahora, el siguiente periodo será desde el 19 de septiembre hasta el 4 de octubre, sin embargo, en ese tiempo surge otra dificultad.

La agencia estadounidense había planificado que el 3 de octubre sería lanzada la misión Crew-5, donde la tripulación viajará en uno de los cohetes de SpaceX hasta el espacio.

Desde el 17 al 31 de octubre se abre el siguiente periodo óptimo para el lanzamiento de cohetes. Y en esos días, hay 11 intervalos de tiempo en que el cohete puede partir desde la tierra.

Ahora, que el despegue de Artemis I finalmente se concrete depende en gran medida de la coordinación que tengan con SpaceX por el proceso de lanzamiento de Crew-5, además del tiempo en que tomará solucionar los problemas de fuga del cohete SLS.