Ayer las redes sociales se difundió una noticia que despertó el interés de muchos usuarios. Según informaron de manera apresurada distintos medios la NASA había asegurado que había descubierto un universo paralelo.

No obstante, todo este malentendido surgió por una mala interpretación de un diario inglés llamado Daily Star.  En al publicación del periódico se citó un artículo publicado en la revista New Scientist, la cual lleva por nombre “Puede que hayamos descubierto un universo paralelo que va hacia atrás en el tiempo”, título que se prestó para imprecisiones y/o un excelente titular.

El estudio fue encabezado por un profesor de Física de la Universidad de Hawaii llamado Peter Gorham, quien estuvo a cargo del equipo científico de la  Antena Antártica de Impulso Transitivo (ANITA).

El astrofísico Luis Rodríguez explica a Pousta que “hace unos años se detectaron dos señales extravagantes por ANITA (Antarctic Impulsive Transient Antenna),  un  set de radio antenas  suspendidas en un globo a 37 km de altura y ocupa todo el continente antártico para detectar neutrinos de ultra energía.

Muchas señales detectadas por ANITA son producidas por partículas con carga eléctrica que se mueven a velocidades cercanas a luz (rayos cósmicos) y se estrellan con partículas de aire en la atmósfera, pero estos dos eventos anómalos parecen ser causados por partículas poco interactuantes que viajan a través de la corteza terrestre.

Peter Gorham explicó que posiblemente pueden ser neutrinos, pero sus propiedades parecen estar en desacuerdo con el modelo estándar de física de partículas.

Los neutrinos son partículas muy pequeñas, incluso más que los electrones, se mueven casi a la velocidad de la luz, y interaccionan casi con nada en el universo. Lo que causó impacto y controversia es que se supuso que el origen de los neutrinos detectados por ANITA no es de una fuente astrofísica convencional, sino que postularon que al provenir desde el fondo de la Tierra podrían tener un origen  desde un hipotético Universo paralelo, que es premisa de algunas teorías exóticas de la física de partículas.

No obstante, Rodríguez, quien conduce el podcast de divulgación científica Quantum Astronomy, nos cuenta que  las señales de neutrinos detectadas por ANITA  se diferencian de otras señales  observando la polarización. En pocas palabras, los científicos distinguen en qué dirección está oscilando la onda. La energía de la señal era consistente a una emitida por neutrinos tau que chocaron con partículas de la atmósfera bajo el globo sonda de la antena, pero el problema fue que las señales recibidas tenían la polarización invertida. Esto quiere decir que tenía energías características de un neutrino de ultra energía pero oscilaba en la misma dirección que los rayos cósmicos.

En esa línea, agrega que hay que “tener cuidado con las proposiciones exóticas, las ideas mas extravagante requieren de evidencia más contundente”.

Según indica el científico existen otros detectores en los alrededores de ANITA, como el observatorio Pierre Auger en Argentina o IceCube, que también está ubicado en la misma Antártica y que igualmente tienen un rol que jugar dentro de esta controversia.

En esa línea, el astrofísico afirma que “para explicar estas señales lo primero es descartar fuentes astrofísicas de rayos cósmicos y neutrinos, los que pueden ser producidos en objetos muy violentos como: quasares, supernovas o estrellas de neutrones. Si la señal fuera de una fuente astrofísica probablemente también sería captada por otros detectores en los alrededores de ANITA”.

No obstante, Rodríguez señala que “IceCube y los otros detectores de neutrinos no han detectado señales, por lo que proponer una explicación sin que estos otros detectores no den señal es súper rebuscado. Lo más probable es que estás señales sean falsos positivos de los detectores, aunque debemos esperar aún la explicación final de estas mediciones con más experimentos por parte de ANITA y los demás observatorios de neutrinos”, indica.