Nelson Ávila: “Lástima que quienes me aclaman por querer despenalizar la cannabis se quedan en casa para las votaciones”

“Soy el único de los candidatos que postulan por la V región, que se negó a recibir financiamiento secreto del empresariado”, dice en esta entrevista Nelson Ávila, en carrera por regresar al Senado, cosa que asegura el Partido Radical lo obligó a hacer.

Con su histrionismo característico, con sus frases pausadas y explicadas, Nelson Ávila vuelve a la política para representar a la región de Valparaíso, la misma que representó del 2001 hasta el 2010 como senador.

Afirma que ahora es su momento para debatir los temas, o por lo menos así se lo dijo el Partido Radical el cual, como el mismo Ávila reconoce, lo obligó a postularse. Aún así, sea la razón que sea que lo ha llevado a seguir adelante con la candidatura, Nelson Ávila ha pasado estos días entre terreno, puertas a puertas y entrevistas para dar a conocer al elector que él esta de vuelta.

¿En qué se diferencia el Nelson Ávila de hace ocho años con el de ahora?

Son sustancialmente lo mismo, pero con la diferencia que el de ahora tiene más juventud acumulada.

¿Por qué quiere volver al Senado?

Después de una gran decepción que experimenté el 2009 por haber sido arrollado económica, financiera y publicitariamente por la colusión del dinero con la política, había decidido no volver a esto. Fundamentalmente porque sentí que la ciudadanía en ese momento no valoró mi gesto de haber rechazado sistemáticamente toda contribución empresarial a mi campaña. No sopesaron los valores republicanos, éticos y de fidelidad democrática que eso representaba.

Más allá de la marihuana ¿Me podrías contar otra propuesta?

Yo apunto al tema hídrico. Estando instalado el cambio climático, y aceptado por todos los científicos del mundo como una realidad, lo que hay que hacer es prepararse bien para sus efectos. Nosotros estamos dilapidando lastimosamente una reserva hídrica que la naturaleza nos dio abundantemente y tenemos la miopía de descuidarla de manera absurda al permitir que la gran minería esté destruyendo los glaciares.

¿Qué le ha dicho su familia por querer volver al senado?

No estuvo de acuerdo, al igual que yo. Me resistí hasta el último momento.

¿Quién lo convenció?

No me convencieron, sino que el partido me notificó que me iban a inscribir de todas maneras y que yo ahí viera lo que hago. Puedo decir con todas sus letras que el Partido Radical me obligó a ser candidato notificándome que me inscribiría de todas maneras porque ellos estimaban que el momento que vive la política era precisamente para que alguien como yo levantara las banderas que otros no supieron levantar en sus manos dignamente. Soy el único, de todos los candidatos que postulan por la V región, que se negó a recibir financiamiento secreto del empresariado para su campaña.

¿Tiene pruebas para comprobarlo?

Si tuviese en mi mano pruebas del origen de esos dineros por supuesto que los denunciaría, pero por desgracia solo ellos lo pueden hacer.

“El problema no son las drogas en si, sino que la forma en que las personas se relacionan con ellas. En este sentido el rol del Estado es fundamental en educar pero con la verdad y no haciendo campañas del terror y ridículas con las cuales la gente se ríe y no toma en cuenta su contenido”

¿No cree que le perjudicó haber estado públicamente a favor de la marihuana en un momento en que en Chile prácticamente no se conversaba?

No creo haber experimentado algún tipo de sanción por aquella propuesta. Es una lástima que todos los que me aclaman en el país por haber llevado a cabo esa iniciativa son los que se quedan en sus casas descansando para el día de las votaciones. No descienden a ejercer su derecho a impulsar iniciativas tan importantes como esta. Ojalá que ahora cambie.

¿Cómo has visto la evolución de la sociedad chilena respecto al tema de la marihuana?

La sociedad chilena ha avanzado en este tema mucho más rápido que las instituciones. Estas últimas todavía continúan bajo el peso de los prejuicios. Si se llevase a cabo ahora una despenalización del autocultivo con fines terapéuticos, incluso recreacionales, la inmensa mayoría aplaudiría la medida. Ya hay conciencia que mucha gente está siendo privada de los beneficios terapéuticos de la cannabis. Por otro lado hay conciencia cierta de que su prohibición solo contribuye al fortalecimiento de las mafias que controlan el negocio de la droga.

¿Es esta una época para legalizarla?

De todas maneras. Están dadas las condiciones para impulsar con mayor éxito iniciativas que apunten a la despenalización definitiva del autocultivo y a cambiar el enfoque general respecto a la drogas. El problema no son las drogas en si, sino que la forma en que las personas se relacionan con ellas. En este sentido el rol del Estado es fundamental en educar pero con la verdad y no haciendo campañas del terror y ridículas con las cuales la gente se ríe y no toma en cuenta su contenido.

Antiguamente se decía que la marihuana era la puerta a otras drogas. En ese sentido ¿La legalización de la marihuana es la puerta a legalizar otras drogas?

Puede ser perfectamente una puerta, pero una puerta de salida y no de entrada. La puerta de entrada a las drogas la abren precisamente aquellos que estigmatizan y demonizan la cannabis. Prohibirla es acercar a quienes la consumen a las mafias a los narcos y es en ese momento en que se abre la puerta al consumo de drogas más duras. Si no existiese prohibición a la cannabis, todo un mundo que se relaciona con sustancias de este tipo quedaría desligado de los mafiosos y por lo tanto a estos se les reduciría su negocio. Los prohibicionistas lo que hacen es aliarse con los narcos para hacer de ese negocio algo muy lucrativo.

Hace un tiempo la senadora Lily Pérez propuso que todos los senadores y diputados se sometieran a una examen de drogas ¿Está a favor de esa iniciativa?

Condeno siempre de la manera más tajante y categórica entrar en esa ridiculez que es andar haciéndose exámenes de pelo o de orina para demostrar, entre comillas, que no se consume determinada sustancia. No estoy para ese circo, no estoy por esa clase de maniobras estrictamente publicitarias y mediáticas que no conducen a nada positivo.

Más allá de las propiedades de la cannabis ¿Cuáles serían los beneficios para el Estado de Chile que se legalizara?

Son muchos. Tendríamos un efecto muy importante en lo relativo al combate a la delincuencia. Empujar a un sector muy importante de la población a tener que relacionarse con narcotraficantes para conseguir cannabis fortalece el poder de las mafias que controlan el negocio. En las poblaciones entran en guerra por el control de mercados y territorios exponiendo a la población a un sinnúmero de situaciones peligrosas entre las que se cuentan la vida misma de mucha gente que ha sido abatida por estar al medio de las pugnas. Todo esto obedece al hecho de que el manejo del negocio por parte de narcotraficantes, teniendo a la cannabis dentro, se hace mucho más amplio y les da un enorme poder sobre un sinfín de consumidores que estarían tranquilos disfrutando de la sustancia si pudiesen conseguirla por medios lícitos.

¿Y en cuánto a los recursos que se pueden obtener a partir de su legalización?

Creo que acá es perfectamente posible que el Estado no solo se beneficie con ingresos provenientes de la venta sino que ahorrando recursos en el ámbito policial, judicial y hospitalario. Mucha gente al disponer de cannabis resolvería problemas de salud.

¿Y a ti personalmente qué beneficios te ha traído la marihuana?

Me entrega la satisfacción de ejercer un derecho que es meter en mi cuerpo lo que yo quiera. Es ejercer la soberanía de mi propio cuerpo. No permito que el Estado intervenga en aquello es privativo de mi ejercicio de la libertad.

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