Si nunca has visto animé, BLAME! es como Terminator en el mundo de Matrix, con estética de Aeon Flux, pero más dark.

Hace casi 20 años, el japonés Tsutomu Nihei irrumpió en el mundo del manga con un espectacular concepto ciberpunk que logró posicionarse como un clásico instantáneo y ahora, el 2017, Netflix se atrevió a animar.

En un futuro lejano, la totalidad del planeta tierra es una enorme ciudadela automatizada: la última creación de los humanos, que ahora se expande y funciona automáticamente, se conoce como “La Ciudad”. La época en la que los humanos controlaban las máquinas solo existe en las leyendas, ya que los últimos remanentes de la humanidad sobreviven ocultos en las secciones abandonadas de la ciudad, robando comida y combatiendo diariamente contra las fuerzas de seguridad llamadas La Salvaguardia, que ahora considera a los humanos como amenazas programadas para eliminación sumaria.

Killy, un misterioso viajero con un arma impresionante, es uno de los últimos transhumanos, básicamente, personas casi inmortales mejoradas con tecnología futurista, ahora perdida para el resto de su especie. Killy viaja hace siglos por La Ciudad en busca de los humanos, supuestamente extintos, que tengan el Gen de la Terminal de Red, lo único que permitía a los humanos controlar a las máquinas en el pasado.

BLAME!, dirigida por Hiroyuki Seshita y animada por Polygon Pictures, narra el encuentro de este misterioso personaje con una comunidad de guerreros conocidos como los ElectroPescadores, un grupo de humanos al borde de la inanición, que usan equipos de batalla ancestral para esconderse y luchar contra los centinelas de la Salvaguardia.

Muchas veces se intentó lograr una producción audiovisual de este manga, obra de Tsutomu Nihei de 1998, pero la complejidad visual y de animación provocaron que la consigna siempre fuera “la tecnología no es suficiente” o “animar algo así es imposible”. Pero Netflix lo hizo y lo hizo perfecto.

BLAME! es cien por ciento fiel al manga, emocionante y muy, pero muy épica. Sin abusar del híbrido animación/dibujo, la estética de la película se siente realista y muy 2D.

Te dejamos el trailer a continuación: