La nueva producción de Netflix cuenta con el protagonismo de la polémica actriz Kate del Castillo y narra la historia de un gobierno mexicano complicado por la corrupción, el narcotráfico y la violencia.

Ingobernable

Son quince capítulos cargados de sangre, violencia y tensión, un número de episodios que sobrepasa el promedio de una serie producida por Netflix. La Primera Dama de México, Emilia Urquiza (Kate del Castillo, a quien recordarás por ser la amiga que “traicionó” al Chapo Guzmán) está envuelta en un trágico problema y debe luchar contra la opinión pública y el Estado que la juzga, teniendo ella como única arma su verdad.

¿Quién mató al Presidente de México? ¿Qué fue lo que desencadenó su muerte? La prensa, el nuevo gobierno y hasta sus propios hijos sospechan que fue Emilia la culpable, pero ella lucha contra esa acusación. Está segura de su inocencia, aunque parezca casi imposible comprobarlo. La Primera Dama sabe donde meterse, donde esconderse y con quien relacionarse, para permanecer en el anonimato en una ciudad con millones de personas.

Kate del Castillo no es ajena a este tipo de personajes. Mujeres torturadas por un pasado problemático que ganan su poder y su fortaleza, lamentablemente, gracias a los traumas. Es un viaje de una heroína marcada por una infancia compleja, que moldeó su personalidad a tal nivel que es difícil no cuestionar las herramientas que utiliza para zafar de la persecución que la tiene como la mujer más buscada del país.

Llama la atención la época en que está ambientada Ingobernable. No es difícil darse cuenta que está situada en un presente que nos suena muy parecido al momento que está viviendo México. También, cabe destacar el extremo parecido del personaje de Kate del Castillo y el de Erik Hayser (quien actúa del Presidente de México) con las versiones reales del actual mandatario y su señora: Enrique Peña Nieto y su mujer, Angélica Rivera.

 

(a la derecha los actores, a la izquierda, los reales)

Pero la similitud del México actual no va solo de la mano con el parecido de los actores con los actuales autoridades del país. Existen temas en Ingobernable que en realidad han puesto tristemente a la nación en la agenda noticiosa mundial. Los desaparecidos en Ayotzinapa, el tráfico incontrolable de drogas que ya llevaba décadas, las pandillas y la violencia armada, son representadas en esta serie que es extremadamente verosímil.

Uno puede preguntarse si acaso Ingobernable es algo que va más allá de una serie para pasar el fin de semana o si es una fuerte crítica a la gestión de Enrique Peña Nieto, quien hasta el día de hoy no logra consolidar una imagen favorable ante el pueblo mexicano.

¿Qué opinara el Presidente de México con esta serie? ¿Se sentirá tocado? ¿Indignado? ¿Injustamente representado? ¿O aceptará que a veces la ficción puede llegar a retratar fielmente a la realidad? Quizá nunca lo sabremos.