Papíto bájame (de YouTube)

Existen diversos tipos de padres. Muchos de ellos actúan de forma poco convencional y deciden educar a sus hijos sin perder la esencia que tienen como personas, mientras que otros siguen al pie de la letra cada consejo que encuentran en internet actuando de forma sobreprotectora.

Si nos dedicamos a realizar una introspección respecto a las diferentes maneras que existen de entrar a la paternidad, podemos llegar a una conclusión: ser padre te hace madurar.

Lamentablemente lo anterior no es cierto.

La paternidad no te hace dejar de ser una persona estúpida, y la llegada de las redes sociales puso en boga a miles de padres y madres que han logrado hacer mucho dinero humillando a sus hijos, transformándolos en memes para la posteridad sin su permiso.

La verdadera gracia de YouTube radica en la capacidad de viralizar momentos graciosos más allá de sus millones de tutoriales y videos musicales que recopilan cifras inimaginables antes de la masificación de internet. De un día para otro, personas que vivían bajo anonimato se convirtieron en estrellas nacionales e internacionales sin ningún mérito además de tener la suerte de grabar una situación en un momento preciso.

Además de los gatos, quienes más sacan risas en un público transversal son los niños. Un ejemplo de lo anterior es el video Charlie bit my finger, video que cuenta con más de 855 millones de reproducciones y muestra a dos hermanos pequeños en una situación muy inocente.

Muchos padres vieron una forma de lucrar con esto decidiendo llevar la situación a un extremo creando situaciones humillantes e incluso peligrosas para la salud mental de sus propios hijos.

En septiembre de este año, Michael y Heather Martin fueron detenidos por la policía luego de la serie de videos que publicaron en YouTube bajo la cuenta DaddyOFive. El canal mostraba a la pareja Martin gritando amenazas a sus hijos llevándolos al borde de la desesperación mientras los grababan llorando. En varias oportunidades les decían groserías e instigaban a que los hermanos pelearan por situaciones que ellos mismos inventaban.

La policía de Maryland en Estados Unidos se dio por enterada y los Martin perdieron la custodia de sus dos hijos pequeños, Cody y Ema (de 10 y 11 años respectivamente). Pese a ser puestos a prueba por cinco años, los Martin continúan haciendo videos. La última premisa anunciada en un teaser muestra al padre de familia despertando a los niños asegurando que la casa se quema…

https://twitter.com/chandlerspidey/status/854720679161192448

Un artículo en Buzzfeed denunció diversas cuentas donde se mostraba a niños y niñas siendo humillados como también enfrentados a situaciones peligrosas haciendo que la compañía tomara cartas en el asunto de forma inmediata.

Una de las cuentas cerradas corresponde a ToyFreaks, donde un padre atormentaba a sus hijas poniendo ranas y otros animales mientras se bañaban además de disfrazarlas como bebés obligándolas a comer preparaciones asquerosas. El canal contaba con más de 8 millones de suscriptores y muchas personas en redes sociales se mostraron indignadas por una razón lógica: el daño estaba hecho y ocurrió frente a cientos de millones de cómplices que no veían lo malo en este tipo de videos.

   

El canal contaba con 10 millones de suscriptores y cada video tenía más de un millón de reproducciones al momento de su cierre. Como el canal pertenecía a un país de Europa del Este, a YouTube le costaba trabajo que su contenido pasara por su filtro debido a la barrera lingüística, pero cuando comenzaron a ahondar en el contenido de los canales que mostraban a niños pequeños siendo explotados por sus padres, llegaron a una situación incluso más indignante: la hipersexualización de menores de edad.

Tanto en Europa como en Estados Unidos comienza a ser tema de urgencia pública dejar de poner a niñas pequeñas en situaciones adultas. El programa Toddlers and Tiaras es un claro ejemplo de la situación donde niñas de 10, 5 e incluso tres años, son obligadas por madres inescrupulosas a vestirse de Marilyn Monroe u otros personajes usando en muchas oportunidades relleno en su pecho. En varios episodios transmitidos por el canal TLC se muestra a las niñas siendo obligadas a usar implantes dentales, maquillaje e indumentaria que no corresponde a su edad por  sentido común.

Si llevamos el tópico de la humillación infantil para satisfacción de los adultos a nuestro país, tenemos el caso de papá me están estafando, video donde muestran a un niño siendo regañado por su aparente mal desempeño en el colegio. Más de 3 millones de personas han visto el video, repleto de comentarios atacando a la gente que siente indignación por ver cómo la desesperación de un menor quedó para la posteridad sin su permiso.

La realidad de estos niños YouTubers explotados por sus padres es que son vistos por millones de ojos ociosos negándoles un derecho tan básico como el anonimato con el fin de satisfacer los caprichos de adultos que disfrutan con su tristeza.