La incomprensible tradición de hacer correr a toros desbocados por las calles además suma una cantidad insólita de agresiones sexuales.

El jueves 7 de julio, 5 amigos que terminaban de celebrar el inicio de la fiesta de San Fermín en España, acompañaban a una joven de 19 años hacia su auto. En el camino habrían visto un pasaje despejado. Tomaron a la mujer por las muñecas y la obligaron a entrar.

Ahí, acorralada y sin poder pedir ayuda, la habrían agredido sexualmente mientras grababan con su celular. El juez que lleva el caso lo calificó como “violación colectiva”.

El sábado por la noche una joven francesa de 22 años se encontraba en la Plaza del Castillo. Un desconocido se le acercó. La mujer aseguró que el hombre abusó sexualmente de ella en un baño.

La fiesta de San Fermín es una de las fiestas más populares de España y del mundo. Una que se caracteriza por hacer un mix entre toros corriendo desbocados y asustados por las calles, mucho alcohol y personas vestidas de blanco y rojo.

En sólo cinco días, suma un registro de cuatro violaciones, un intento de violación, y siete abusos sexuales.

El lunes por la noche miles de españoles se juntaron en la Plaza del Castillo, mismo lugar donde la joven francesa fue violada, para expresar su rechazo hacia las agresiones con manos de cartón rojas con la frase “no es no”. El alcalde de Pamplona, Joseba Asiron, dijo sentir “mucha rabia”, aunque valoró el hecho de que estos casos ahora se denuncien.

Desde el año 2015 es que las autoridades locales, junto a grupos feministas, han aumentado la vigilancia ante los abusos e incitan a las víctimas a denunciar estos hechos. Las autoridades, como el alcalde y la concejalía de Seguridad del Consistorio, se cuadraron con el rechazo a estos hechos.

Hasta el día de hoy habían 12 detenidos.