Dejemos de hacer cosas que no queremos hacer por pensar “Es que si no voy, xxxx se va a enojar”. O peor: SE VA SENTIR. Esto va por esos cumpleaños, matrimonios, baby shower, despedidas de solterx que a veces nos tienen semanas pensando en excusas para no ir.
Advertencia: este post tiene mucha x, así que haters del lenguaje inclusivo, están avisades.
Cuántas amistades se han roto porque unx a veces es malo para los compromisos, a mí me ha pasado, como a todxs yo creo. Me he alejado de gente porque falté a su cumpleaños o porque no contesté un Whatsapp y clavé un visto por días, pero porque se me olvidó, porque pucha, a veces (siempre) la vida se mueve mucho y a mí por lo menos se me olvidan las cosas o tal vez en el día de tu fiesta de cumpleaños amanecí sin ganas de ver a gente y quiero estar acostada todo el día viendo tele (o Netflix, pero me gusta la idea de estar viendo tele), o me siento fea y estoy deprimida, pero eso no quiere decir que no te quiera y que seamos menos amigxs.
Creo que un amigx de verdad tiene que entender que las juntas e invitaciones no son una obligación, sino una consideración, donde uno considera al otro para verse, pero si te pasó algo y no puedes o simplemente no quieres ir, está todo bien, podemos almorzar o salir otro día.
Prefiero ver a un amigx feliz a que se sienta presionado y esté angustiado todo el día porque tiene un compromiso conmigo y no quiere ir.
Para muchos, la amistad se ha transformado en una deuda eterna, en una exigencia social donde todos hemos pensado “si esta persona fue a mi cumpleaños, tengo que ir al suyo”, “si no fue a mi cumpleaños, da lo mismo si yo no voy”, “cómo no le voy a llevar regalo si para mi cumpleaños me regaló x cosa”, pero está mal, o por lo menos eso creo yo.
Tampoco digo que hay que desligarse 100% de los compromisos que conllevan la amistad, si vas a faltar a un evento importante, hay que avisarle a la persona, contarle tu razón, agradecer la invitación y siempre sentirte con la libertad y el alivio de que no se va a enojar y todo seguirá bien como siempre. Ahora, si no lo haces o ya definitivamente no vas nunca y siempre eres el amigo corrido: acostúmbrate igual a que no te quieran invitar más y no te sientas ofendido, porque eso sí es feo, si el otro tuvo el gesto de invitarte, tú también puedes hacer el gesto de avisar que no vas a ir.
La flexibilidad de los compromisos no puede transformarse en completo desinterés.
Algunos podrán decir “pero para mí es un día importante y quiero que mis amigxs estén ahí”, y es súper válido, bacán que sea un día importante para ti, pero me parece egoísta que porque sea un día importante para ti, el ánimo o la situación de tu amigx no te parezca importante y te sientas con el poder de obligarlo a hacer algo.
Mi llamado, justo hoy que es viernes y probablemente todxs tengamos compromisos, es a que no nos sintamos obligados a cumplir compromisos y tal vez así las amistades serán mucho más duraderas y sanas.