Faltan poquitos meses para que llegue el verano y varios ya se empiezan a poner en campaña para recibirlo con un bronceado fascinante.

Junto con ello, vuelven también las malas prácticas. Décadas atrás se pusieron de moda algunos “secretos caseros” para acelerar el bronceado, pero poco se sabía de los daños que podían provocar en la piel. El aceite de zanahoria, el famoso aceite emulsionado, la lata azul de Nivea y el más absurdo de todos: Coca-Cola.

Dermatólogos advierten que estas prácticas pueden causar gravísimos daños e incluso Coca Cola se ha pronunciado al respecto, avisando de los peligros que puede conllevar hacer algo tan absurdo como usar esta bebida como de autobronceante.

Los expertos en el cuidado de la piel recomiendan que el bronceado sea progresivo y evite la quemadura solar. También recalcan la importancia de adaptar el factor de protección a tu bronceado. No es cierto que si usas fotoprotección de SPF50 no te vas a poner moreno, y menos aún en nuestro medio en el que tenemos un tiempo predominantemente soleado. Lo que sí es cierto es que el bronceado va a ser algo más progresivo (a lo mejor tardas 2-3 semanas en conseguirlo en lugar de en 2 días) pero muchísimo más saludable. El bloqueador isdin, por ejemplo, está hecho para este propósito, y está disponible en diferentes factores y formatos.

La cara –y sobre todo los labios– son las zonas más sensibles de nuestro cuerpo a los rayos UV, y por lo tanto, ameritan un cuidado y una preocupación especial. Procura usar en la cara protectores que sean compatibles con tu tipo de piel cutánea (normal, seca, grasa y mixta) y en los labios usa un buen protector (recomendado también el protector labial isdin en barra). De hecho, el protector solar facial no sólo es importante en el verano, sino que durante todo el año. Si bien es cierto que es en esta estación cuando la radiación es más intensa, el rostro también está expuesto a la luz solar durante la primavera, el otoño y el invierno, motivo por el que hay que protegerlo siempre.

Por otro lado, evita a toda costa las cabinas de bronceado. Está demostrado que duplican nuestro riesgo de padecer cáncer de piel, desde las primeras sesiones. No vale el «sólo van a ser 3-4 sesiones» porque las consecuencias pueden ser fatales para tu piel. Recuerda que los rayos UVA de las cabinas están encuadradas en el mismo nivel de riesgo de cáncer que el tabaco o los rayos X, y a nadie se le ocurriría meterse en una cabina de rayos X a darse sesiones por gusto. En Australia de hecho, el país con mayor tasa de cáncer de piel del mundo, están prohibidas desde 2014.

Y esto es todo. ¿No es tan complejo, verdad? Tampoco se trata de vivir en una cueva, todo es cuestión de saber disfrutar del sol con moderación y sentido común… Con la cantidad de fórmulas y alternativas disponibles, por favor, dejemos tranquila a la Coca-Cola sobre la mesa. No era buena idea hace una década y no es buena idea ahora.