El chancho mutante, mezcla de cerdo e hipopótamo que protagoniza Okja nació en el sur de Chile y creemos que los guionistas se inspiraron en el chancho inmortal de Temuco pero eso aún no está confirmado.

Okja, una producción surcoreana-estadounidense, debutó en la última edición del Festival de Cannes y logró, contra todos los pronósticos, una crítica favorable, incluidas hasta lágrimas de algunos de los asistentes. La emoción que puede provocar este film es clara: la historia de cariño de una joven con su mascota es un sentimiento casi universal; una conexión no verbal que solo conocen quienes hemos estado en la compañía constante de un animal.

Por otra parte, Okja también hizo noticia por ser la primera producción de Netflix en competir en Cannes, se le ha llamado también su primer blockbuster, con la ironía de haber causado automático revuelo entre críticos y amantes del cine a la antigua, ya que la empresa representaría la perdida de la experiencia de ver un film en las salas.

De hecho, en su estreno en el festival, se pudieron escuchar pifias cuando el logo de la plataforma de streaming apareció previo al comienzo de la historia. Así también algunas distribuidoras y cadenas de cine han decidido boicotear su estreno en salas porque no lograron que Netflix no la liberara en su plataforma hasta después de su exhibición en cines.

De vuelta a la película, Okja no es un animal común: es un súper cerdo con una leve apariencia de hipopótamo, que se comporta manso, juguetón como un perro labrador, y fue descubierto en Chile. Cuenta con una carne muy apetecida y es esta la razón por la cual una multinacional lo quiere. Ver como esta relación se ve truncada por los intereses de las grandes corporaciones alimenticias hace que se nos vuelva difícil no sentir nuestros corazones apretados, pero, ¿qué tiene que ver una multinacional con una mascota?

Okja es una mezcla interesante entre la fantasía, que a ratos recuerda historias como El Castillo Flotante, El Viaje de Chihiro y hasta La Historia Sin Fin, con una fuerte crítica social a la industria de la carne que muchas veces es perfilada como un oscuro engranaje que busca solo ganar dinero, matando e industrializando animales, sin medir consecuencias.

Dirigida por Bong Joon-ho y con las actuaciones de Tilda SwintonJake Gyllenhaal y la joven Ahn Seo-hyun como protagonista, Okja se presenta como una opción que combina lo clásico del film familiar con un mensaje en tono de fábula, pero que a su vez expone una crítica a nuestra sociedad actual de manera cruda y directa que a veces acostumbramos ver solo en documentales brutales que nos enseñan que la industria de la carne es, casi, como el mismo demonio.

Pero volvamos a lo importante. ¿Estábamos diciendo que el personaje principal, un chancho mutante, de acaso la película original de Netflix más importante del año, es chileno? Si y Si. Dijimos eso y es verdad.

Acá las pruebas, que no califican de spoilers, pero sí de excelente dato mentor y quizá hasta motivo de orgullo nacional en estos alicaídos momentos patrios.

Arriba, la granja en la cual Okja nació. Abajo, posando coquetamente junto a su feliz dueño.

El origen chileno de Okja nos tiene pensando en por qué los guionistas habrán pensado en este país para darle la cuna a su tierno y mutante protagonista. Mi primera tesis es que se inspiraron en la historia del chancho inmortal, de Temuco, que en su momento también dio la vuelta al mundo (creo). Recordemos que ese chancho sobrevivió a un balazo en la cabeza, y no solo eso, sino que cabeceó la bala haciendo que el proyectil le llegara en la cara a uno de sus cazadores.

Okja está disponible desde el 28 de julio en Netflix, así que dale nomás.