Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el alimento básico de todos los chilenos sobrepasa los niveles de sodio permitidos y el Ministerio de Salud debe buscar una forma para hacerla saludable sin perder su “crocancia”.

400 miligramos por cada 100 gramos de masa. Esa es la cantidad de sodio que no puede superar el pan en su composición y que lamentablemente la marraqueta (pan batido o pan francés, dependiendo de la zona geográfica del país) lo hace con creces.

Chile es el segundo país que más consume pan, después de Alemania, y además de la hallulla, la marraqueta es uno de los dos formatos de pan favoritos de los chilenos: 12.500 pymes la producirían en todo el país. ¿Qué pasará en los 18 de septiembre si para comernos un choripán no podamos usar la usual marraqueta? No es lo mismo en pan de completo. ¿Por qué? La crocancia de este pan es vital. Es su secreto.

El presidente de la Asociacion de Industriales del Pan en Santiago (Indupan), José Carreño, dijo a La Tercera que es vital defender a este elemento clave de la gastronomía chilena. Su sabor y crocancia tan característica es lo que está en riesgo: si el Ministerio de Salud sigue las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) la marraqueta podría perderlas. La hallulla, en cambio, no sufriría la misma suerte debido a que se cocina más rápido.

Nuestro pan favorito se hace con harina, agua y sal, obteniendo su sabor clásico en el último de sus ingredientes. Y eso es lo que estaría en riesgo. De todas maneras, la Indupan se comprometió a bajar el 10% de sodio del producto. “El pan se va a seguir consumiendo en Chile, las panaderías van a seguir existiendo. Queremos defender nuestro producto típico. Somos conocidos en el mundo por la marraqueta, es la cultura de nuestro país”, señaló Carreño.

Gustavo Reyes, ganador de la mejor marraqueta de 2015 de la Indupan, dijo a La Segunda que “aquel que diga que la sal afecte la crocancia de la marraqueta es un mito urbano” y señala que más que la cantidad de sodio en el producto, lo que importa es la manufacturación de esta, radicando su importancia en la calidad del horno donde se cocine. “La marraqueta es parte de nuestra idiosincrasia y con declaraciones de otros no la van a eliminar. ¡Qué fiscalice el Ministerio de Salud!”, expresó.