Carabineros de Chile tiene una nueva idea de acercarse a ti, conversarte de la vida mientras te tomas un café.

Parece un chiste. Pero no lo es.

Parece una idea de la época más zafada del alcalde Lavín, y en realidad, va más allá, parece más un tuiteo sacado de la cuenta parodia @ideasdelavín.

Pero de nuevo, no lo es, es real.

Es así. Según publicó ayer La Tercera- provocando que “las redes sociales explotaran” en memes y tuiteos y tallas al respecto- “Carabineros firmó un convenio con la cadena estadounidense Starbucks para disponer de tres carabineros en sus 120 locales, dos horas al día, para que la gente conozca el trabajo policial. Además, la institución busca, según explicaron, saber las inquietudes de la ciudadanía y mejorar los niveles de confianza en la institución”.

El asunto no tardó en transformarse en Trending Topic y el concepto ganador fue #pacolatte y por supuesto que los medios no se tardaron en recopilarlos y llenarse de clicks titulando “lluvia” o “avalancha” de memes deja campaña de Carabineros junto a Starbucks.

La misma nota de La Tercera que dio a conocer la iniciativa, que por cierto explica que la iniciativa no es (por suerte o no) original chilena sino que es copiada de una campaña estadounidense que se hizo en Boston y se llamama “coffe with a cop”, cierra con una voz que analiza por qué la campaña nace fallida.

Según Cristián Leporati, director de la carrera de publicidad de la Universidad Diego Portales, asegura que “el plan es erróneo. En general, las personas que tienen mayor cantidad de prejuicios de Carabineros, por una experiencia muchas veces directa, no son en términos de marketing los que van a los Starbucks. Hay un error garrafal de marketing al no segmentar bien el público al que se quiere llegar. Lo veo como una performance para hacer un subproducto, como generar imágenes de ellos conversando con la gente”.

Lo cierto es que más allá de ser o no un “error garrafal de marketing” lo preocupante, o indignante, tiene que ver justamente con eso.

Que más que- al menos aparentemente- estar trabajando en formas de mejorar el fondo de todo lo que anda mal con Carabineros (el fraude/robo de 28 mil millones, los incontables casos de abusos de poder sobre todo contra estudiantes, pueblos originarios y vendedores ambulantes, o justamente la desigual distribución de funcionarios entre comunas) lo que se está intentando es trabajar en “la percepción” de la ciudadanía y de “cierta parte” de esta, la que va al Starbucks. Es forma y no fondo.

Eso por un lado, es como un nuevo episodio de las naranjas colgadas con alambres de los árboles de La Moneda. Estamos en un país donde lo que importa son las apariencias, pero ya de una forma totalmente descarada. Sin ninguna vergüenza. Esto ya es capitalismo tardío en su más vulgar expresión, entendiendo por capitalismo tardío las absurdas conductas de la economía contemporánea. Es como la realidad siendo 100% fiel a su caricatura. Asumiéndola. Abrazándola.

Y a eso, una cosa que hasta el momento uno ni siquiera logra interpretar en su completa dimensión, que es esta unión totalmente disparatada entre un aparato fundamental del Estado y uno de los más enormes gigantes transnacionales presentes en el país. Es sin duda una noticia que da para un buen rato de análisis.

Es qué además, ¿que tan solitarios estamos, o creen que estamos, o qué tan imposibilitados de estar un rato solos y en silencio, estamos o creen que estamos, para que los pacos ahora crean que necesitan conversarnos mientras nos pasamos a servir un café?

Chile 2018. Carabineros pone funcionarios en locales de Starbucks para conversar con los clientes. Lo vuelvo a escribir y sigue siendo difícil de creer.