Le pedimos a la comediante que analizara la rutina de María Eugenia y fue mucho más HXC de lo que esperábamos.

08/09/05 KANITA LARRAIN LLEGA AL PAIS DESPUES DE SUFRIR UN ACCIDENTE EN EL EXTRANJERO Y CHOQUEADA POR QUE SU MARIDO MARCELO RIOS NO LA LLEVO A UNA CLINICA POR TEMOR A UN ESCANDALO. KENITA LARRAIN KENITA LARRAIN

Anoche fue el estreno del cuestionado programa “Minas al Poder” en CHV. ¿Por qué cuestionado? Simple: la edición del programa fue rellenada con risas pagadas con pisco sour y fuera de contexto, simulando ser un programa divertido. Así, al menos, lo relataron nuestros amigos de El Dínamo, donde una periodista contó su experiencia al asistir como público al programa.

No vamos a entrar a opinar si los chistes eran divertidos o no, o si las mujeres pueden contar chistes o no (como lo está haciendo el 90% de los medios actuales), ni tampoco cuestionaremos la duración de las rutinas para tantas personas que se iban a presentar con forzadas ediciones. A pesar de todas los suposiciones que puedan existir del nuevo show televisivo, el programa cuenta con un equipo de guionistas (de no creer).

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En lo que sí queremos ahondar es en la poca profundización del feminismo – lo más esperado del programa de “minas”-.

El programa contó con una invitada para hacer stand-up. ¡Sí! Stand-up, el humor que siempre ha existido y que ahora Netflix puso de moda, estuvo a cargo del ser humano más memeado de Chile: María Eugenia Larraín.

Cuando supimos que ella iba a aparecer en el show, la duda era la misma que cuando dan el cómputo final de la Teletón y todos se ponen a llorar; esa intriga que no se sabe si es pagada o real.

Como las risas del programa lo demostraron, la edición lo puede todo, sobre todo cuando Kenita cuenta el chiste de Cameron Díaz (ver parte 3 del capítulo acá), y ahí el espacio creativo se hace chico ante tal creación de chiste. Aparte de aclarar que ella es Ingeniera Comercial TITULADA y de demostrar qué tan feminista puede ser sólo porque tiene un título universitario siendo mujer. O sea, Kenita es más que tú, y es adicta a la sombra azul de los ojos. Repitió constantemente “Ahhhhhhh” “Ahhhhhh” y “¿cómo estuvo esa?” al hacer cada remate de los maravillosos “chistes” que contaban con un perfecto vocabulario – sólo ella puede decir “pastel” para referirse a personas básicas y ser ella “la bruja del cuento”. Básicamente, presenciamos un feminismo de Icarito con líneas prepicadas.

En resumen, el feminismo de cartón quedó flotando en el aire con todo el material que se podría haber trabajado en los guiones de ella. O sea, ¿Por qué Kenita no habló sobre el nombre que tenían los platos de su matrimonio? (El plato principal de la cena se llamaba Trilogía de Sensaciones. De ahí al cielo, sólo un paso). El peak de su show fue el placement pasivo-agresivo de su nueva pyme: Kachorro. Allí pudimos ver una nueva faceta de Kenita, una mujer empoderada de los negocios, pero sensible y animalista al mismo tiempo. Un ejemplo de mujer.

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Para entender un poco más de lo que algunos vivieron anoche, conversamos con Paloma Salas, (comediante chilena adicta al plástico) que nos dio su opinión sobre la rutina de nuestra querida María Eugenia:

https://www.instagram.com/p/BLJLIZbhEln/

“Siento que Kenita está ad hoc al nivel del programa, me da pena decirlo, pero está parejito el nivel de comedia. Poco chiste y mucho tono de stand-up, como decir: “Se han fijado”, “Han cachado”, “¿A todos nos ha pasado o no?”. Muletilla, tono y ropa de stand-up, pero en verdad no pasa nada.

Hay otra hueá, para que Kenita haga stand-up, le tuvieron que decir que tenía que reírse de si misma, porque no es algo que se le de naturalmente. Te acuerdas que cuando le preguntaban por sus memes nunca quería hablar y hasta lloró en tv por eso una vez? Y Kenita jamás ha sido chistosa! Onda, piensa en tres cosas sobre Kenita: ni cagando dirias chistosa entre esas tres.

Es muy distinto invitar a alguien famoso a hacer un personaje en un sketch y actuar de otra persona o incluso actuar de sí mismo, que instalarlo como dueño de una voz; al final eso es el stand-up. Cuando alguien hace stand-up tiene cierta subjetividad, ángulo o perspectiva del mundo de lo que quiera hablar, pero acá no había nada de eso, es como: Kenita haciendo los chistes más obvios sobre el “kenismo” posible: “Ey, Kenita es más cool de lo que en verdad creemos”, pero desde la perspectiva de Porlaputa. Qué lata que te usen para decir que el programa es super pop, es como todavía no morirse y que hagan fiestas de ti en la Blondie.”

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Como lo dijo ella cerrando su show: ¡KENITA POR FIN ES FELIZ!