“Soy, dentro de mi grupo, la escuela ParaRock, una de las personas con más edad y menos experiencia en este deporte. Al principio, por dentro, me costó atreverme, pero es una sensación única”, dijo emocionado Juan Carlos Calquín al recibir de vuelta su aeronave.
Un equipo de parapentismo, sustraído a un ariqueño que había hallado en este deporte una nueva forma de disfrutar sus años de jubilación, fue recuperado por detectives de la Brigada de Investigación Criminal (Bicrim) de Arica.
La aeronave fue devuelta por la PDI a Juan Carlos Calquín, un cocinero militar retirado de 60 años de edad. Había perdido el parapente en un robo a su vehículo, perpetrado a mediados de septiembre, frente a su domicilio, en la población Juan Noé.
Cuenta que, contra sus propios temores, hace aproximadamente un año, se atrevió a incursionar en esta disciplina y levantar vuelo desde los cerros de Arica.
“Soy, dentro de mi grupo, la escuela ParaRock, una de las personas con más edad y menos experiencia en este deporte. Debo tener unas tres horas de vuelo. Ni siquiera abro bitácora todavía. Por lo mismo, debo ser más prudente y menos arriesgado en las decisiones que tomo cuando estoy allá arriba. Al principio, por dentro, me costó atreverme, pero una vez que me lancé, todos esos temores se fueron. Es una sensación única”, relata mientras enrolla la tela de su nave monoplaza (un tripulante), marca Pro-Designe, modelo Thesis, capaz de soportar hasta 125 kilos.
El parapente fue avaluado por su dueño en cerca de 600 mil pesos, puesto que no se trata de un equipo nuevo, sino de aproximadamente diez años de antigüedad, pero que a la vista se encuentra en buenas condiciones. “Usted ve que es un tremendo animal, que está ahí estirado. Nuevo, de las mismas características, debe costar unos dos millones de pesos. Usa una tela de vela de embarcación y, como todas las cosas antiguas, está hecho para durar más”, explicó.
El deportista agradeció el trabajo de la policía y detalló sus motivaciones para continuar surcando los cielos de la ciudad: “Excelente que se haya podido recuperar mi parapente porque es una herramienta que me sirve para mantener mi actividad deportiva. Lo ocupo, principalmente, a modo de instrucción, para seguir perfeccionándome. Para mí ha sido una experiencia muy liberadora, me ha costado, porque empezar a tomar una instrucción a los 60 años de un deporte de riesgo, entre comillas como éste, hay que seguir muchas reglas de seguridad. Llevo un año, me siento bien, voy a seguir en esto hasta que lo logre plasmar bien, volar bien y tener todo lo que un parapentista desea, porque un buen parapentista es, creo yo, el que tiene menos accidentes en su bitácora”.
La PDI constató que el parapente era comercializado a través de Facebook por una mujer de 21 años que fue detenida por el delito de receptación y enviada a tribunales por instrucciones de la Fiscalía.