La astrónoma Paula Jofré fue elegida como una de las “10 científicas jóvenes que desafían los límites para enfrentar grandes problemas” por la revista Science News.
Jofré está creando un mapa del linaje galáctico de cada una de las estrellas de la Vía Láctea, algo así como el árbol genealógico de cada una.
Paula es una astrofísica de la Universidad Diego Portales, en Santiago de Chile, y es en esta casa de estudios en la que estudia a las estrellas, sus vidas y sus historias en la Vía Láctea. A través de la medición de longitudes que entregan las ondas de luz que son emitidas puede encontrar los elementos químicos que hay en cada estrella y en qué magnitud.
La revista de ciencia con sede en Estados Unidos, Science News, nombró a Paula como una de las 10 jóvenes científicas que desafían los límites para abordar grandes problemas.
“Me interesa entender cómo ha sido la historia de nuestra galaxia. Para eso uso los elementos químicos de las estrellas chicas que viven mucho tiempo. Cuando ellas mueren, explotando como supernovas, los nuevos elementos son entregados al gas de la galaxia, donde nuevas generaciones de estrellas se forman”, dijo a LUN.
Luego de ser distinguida en la revista dijo “Me parece un honor ser destacada en esta lista, fue una sorpresa muy grata. Me da confianza y espero que sirva de inspiración a otras personas a seguir pasos diferentes para avanzar en la investigación”.
Así como cuando un arqueólogo examina el ADN en los restos de cuerpos humanos, Jofré usa el contenido de las estrellas para encontrar los ancestros estelares que se mueven alrededor de la Vía Láctea.
Su trabajo utiliza elementos que encuentra en estas estrellas para trazar las líneas que le permiten encontrar su genealogía estelar.
Esta idea nació luego de sus investigaciones como posdoctora en la Universidad de Cambridge en un evento que organizó una estudiante de Historia del Arte.
El foco del evento era examinar la manera en la que los científicos ven y entienden sus resultados.
En este evento conoció a Robert Foley, un antropólogo que le mostró cómo se pueden rastrear relaciones entre árboles de una misma especia a lo largo de su vida. Entonces, se dio cuenta que podía hacer lo mismo con las estrellas ya que también transmiten parte de su “ADN” en las estrellas más jóvenes, entonces pensó que estas nuevas generaciones podrían entregar información sobre sus antepasados y sus familiares.
Así fue como ella y Foley comenzaron a montar un proyecto de un árbol genealógico estelar. Está claro que las estrellas no se reproducen, pero aquellas que están muriendo transmiten su química.
Las estrellas traman elementos pesados como el hierro y el carbono. Cuando mueren, la mayoría de las veces, explotan y expanden estos elementos en el cosmos, es así como las estrellas que nacerán, a partir de nubes de gas que colapsan, recogen este carbono y hierro.
De esta manera nacen las familias estelares. Según los expertos la nube de gas de la que se forman debería tener una química casi idéntica tal como cuando los hermanos comparten ADN.
Jofré, Foley y los demás investigadores han construido un árbol con tres ramas que muestra relaciones entre 21 estrellas hermanas del sol.
Desde el equipo informaron que dos de las tres ramas son parte de agrupaciones mayores conocidas. Uno viene del disco delgado de la Vía Láctea y otra del disco grueso. En la tercera rama se encontraron nuevas conexiones que puede revelar más información sobre viveros estelares pasados.
La Star Family
Jofré y sus colegas encontraron relaciones entre el sol y 21 de las estrellas que podríamos considerar “sus hermanas”.
Estas tres ramas están compuestas por las más jóvenes, ubicadas en el disco delgado (y rojo, incluido el sol), en el disco grueso están las más antiguas (azul y oscuro), y las seis estrellas (negro) del tercer grupo que aún no tienen una relación clara, pero que han seguido observando.
La idea de esta investigación es poder entender la evolución de la galaxia.
La propuesta de Jofré ha sido considerada poco ortodoxa por su gran capacidad innovadora .
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